MÉXICO RESPONSABLE
Por Comunicación Social publicado 2020-04-13

POR: ALEXANDRA DANIELA CID GÓNZALEZ
“A mi no me da miedo eso, en todo caso preferiría morirme, la vida es puro trabajar” respondió una persona que estaba comiendo, cuando escuchó que le pedí al taquero -que despachaba en su puesto con un tapabocas- que me permitiera tomarle una foto. Escuché luego a una señora quejándose acerca de la “exageración” que en las redes sociales están haciendo sobre el Covid19, mientras elegía los tomates que compraría en un puesto en la banqueta.
El oriente de la ciudad bullente, tráfico a vuelta de rueda, personas trabajando, comprando, paseando, haciendo su vida en lo que parecía un mundo aparte. Muy pocos llevaban tapabocas, principalmente quienes atendían los puestos de comida de cada esquina, algunos otros los llevaban en el cuello y cuando me acercaba para pedirles una foto, se lo acomodaban para la misma. No vi gel anti bacterial por ningún lado, pese a que muchos de ellos manipulaban alimentos. Vi una ciudad en la que la pandemia solo estaba en un imaginario ajeno a ellos.
Los contagios comenzaron en China, siendo ese el país que comúnmente pensamos como el más lejano, luego se extendió hacia Europa, luego hacia América y lo seguimos viendo lejos. Luego el virus llegó a México. En los noticieros no se escuchaba otra cosa (aun es así), los memes, cadenas de whatsapp, consejos de toda índole para prevenir o curar se hicieron presentes en las redes, desde técnicas de lavado de manos, experiencias de personas, hasta recetas caseras para desinfectar.
Todo, mientras el Presidente de la República llamaba a seguirse abrazando en su conferencia matutina “Miren, lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar; hay que abrazarse, no pasa nada”, luego, tras ser declarada Pandemia por la Organización Mundial de la Salud y que Estados Unidos anunciara la suspensión de vuelos desde Europa, siguió acusando a “politiqueros” de difundir información falsa. Un par de días después, pese a que su propio gobierno había recomendado la “distancia social” abrazó y mordió en la mejilla a una niña en una gira en Guerrero generando numerosas críticas
Apenas el 18 de marzo pasado, fecha en la que falleció la primer persona con Covid19 y se confirmaron 118 casos positivos[1] declaró:
“Para qué desgastarnos hasta mentalmente, vamos a vivir con la preocupación y ya cuando se necesite tener más tranquilidad, ojalá no suceda pero que se desate la epidemia, vamos a estar sin defensas, todos débiles, eso sí nos va a afectar mucho” para después mostrar una estampa religiosa y decir ““El escudo protector es como el detente (…) El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el no permitir la corrupción (…) detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo” [2].
Los dichos y la actitud del Presidente, fiel a su costumbre, han contribuido a la polarización de la discusión, a la percepción de millones de mexicanos que confían en su criterio, de que esta emergencia de salud mundial es un invento de sus opositores para crear alarma entre la población y por lo tanto, no debe ser tomado en serio.
Apenas ayer subió un video en sus redes sociales (mismo que ya fue bajado de su cuenta) en el que transmitía el siguiente mensaje, mientras una señora sentada a su lado asentía:
“De que no debemos espantarnos (…) que los mexicanos por nuestras culturas somos muy resistentes a todas las calamidades, siempre hemos salido adelante, y en esta ocasión vamos a salir adelante, nuestro pueblo es poseedor de culturas milenarias, de grandes civilizaciones y en eso estriba nuestra fortaleza, vamos a salir adelante. Y no dejen de salir, todavía estamos en la primera fase, yo les voy a decir cuando no salgan, pero si pueden hacerlo y tienen posibilidad económica, sigan llevando a la familia a comer, a los restaurantes a las fondas por que eso es fortalecer la economía familiar la economía popular, no hacemos nada bueno, no ayudamos si nos paralizamos, sin ton ni son, de manera exagerada, vamos a seguir haciendo la vida normal”[3]
Por lo que si bien las y los estudiantes no asisten a las aulas del país para poder quedarse en casa, se anima a las personas a salir de casa para “fortalecer la economía” y se tiñe cualquier mensaje de un pensamiento mágico-supersticioso, mientras México entra en la fase 2 de la pandemia[4] ajustando su discurso atropelladamente en el camino, carente ya de toda credibilidad.
La alerta y las medidas de prevención han sido difundidas y tomadas con seriedad por la oposición, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil, empresas de todos los tamaños y por numerosas ciudadanas y ciudadanos en lo particular, atendiendo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y a los mensajes que desde otras latitudes se hacen en un llamamiento a no tomar este asunto a la ligera.
Pareciera que ante este escenario queda muy poco por decir, sin embargo, consideramos que es necesario seguir difundiendo las medidas de prevención, hablar sobre los grupos que se encuentran en un riesgo mayor a causa de esto, y de la responsabilidad individual de cuidar la salud, porque al hacerlo, estamos cuidando no solo la nuestra, sino también la de quienes nos rodean.
Al difundir las voces de los médicos, y la experiencia que han vivido en otros países al enfrentar esta crisis, en la que llaman como medida principal de prevención, el quedarse en casa, estamos protegiendo a nuestras familias, vecinos, amigos y al personal de salud que se encuentra en los hospitales.
Es cierto también que esta emergencia no es solo sanitaria, es también económica, y requiere una verdadera política de Estado que involucre al Gobierno y a la Sociedad. En este sentido, Acción Nacional propone las siguientes medidas económicas para adoptarse de una manera urgente[5]:
- Crear una “Comisión de Emergencia Económica” para defender la economía nacional y el ingreso familiar, encabezada por el gobierno federal e integrada de forma plural por legisladores, gobiernos locales, representantes del sector económico y especialistas.2. Cancelar de manera temporal o definitiva los proyectos más costosos del gobierno, como el Aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, con el objeto de destinar esos recursos para cuidar la salud y proteger el empleo y la economía de las familias.3. Impulsar iniciativas en las Cámaras de Diputados y Senadores para cuidar el empleo y fomentar la inversión. Es urgente que México sea más atractivo, ofrezca certeza y confianza a los inversionistas nacionales y extranjeros.4. Establecer un programa contracíclico y facilidades crediticias a las micro, pequeñas, medianas empresas, para que tengan liquidez en el corto plazo y resistan la enorme crisis económica que está provocando la pandemia; hacer deducibles de manera inmediata las inversiones que se realicen durante la crisis, así como facilitar los trámites gubernamentales para abrir nuevas empresas.5. Diferir hasta por tres meses la presentación de las declaraciones anuales de personas físicas y morales del ejercicio fiscal 2019 y la devolución inmediata del IVA, la suspensión temporal del pago del ISR y las aportaciones del IMSS y del INFONAVIT para ayudar a las familias de México.6. Implementar programas de apoyo a personas físicas con actividad empresarial, autoempleo, a la economía informal y un seguro emergente de desempleo en los meses de abril a septiembre de este año para personas que hayan perdido su trabajo.
7. Aumentar en 500 mil millones de pesos el gasto en obra pública en todo el país, con el fin de dinamizar la economía e inyectar liquidez en lo que resta del año.8. Asegurar el abasto nacional de los productos de primera necesidad.9. Reasignar recursos a programas de fondos concurrentes para impulsar la agricultura y ganadería; facilitar el acceso a créditos con tasas accesibles para apoyar al campo mexicano.10.Acelerar el gasto en proyectos de infraestructura turística y aumentar en 400 mil millones de pesos los recursos para el desarrollo y promoción de proyectos turísticos.
Hacer esto no es alarmista, hacer esto es responsable.
#MéxicoResponsable
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EDITORIAL | TOMO 10
PorALEXANDRA DANIELA CID GONZÁLEZ publicado 2020-09-04 En
Recordar el mundo hasta antes de marzo de este año resulta extraño. De entonces a la fecha, las dudas remplazaron a las certezas y la creatividad se convirtió en una habilidad de supervivencia. La forma de relacionarnos con los demás, incluida nuestra propia familia cambió, nos adaptamos a demostrar afecto a través de la distancia, a trabajar en horarios y espacios compartidos, a encontrar nuevas formas de llevar sustento a casa.
México ha demostrado ser una sociedad resiliente. En medio de una de las épocas más dificiles en los últimos tiempos, que ha dejado a más de cincuenta mil familias de luto tan solo en los últimos meses, en una crisis que no solo es en materia de salud, sino económica y de seguridad, es posible ver ejemplos de personas trabajando por adaptarse al cambio y ayudar, en lo posible, a los demás.
Sin embargo, toda realidad tiene contrastes. Si bien el personal de salud, literalmente, está entregando la vida para luchar contra el virus que ha provocado la contingencia sanitaria, el sistema de salud tiene carencias no solo propias de vivir en una era de pandemia, sino que presenta carestías derivadas de políticas públicas sustentadas en un falso concepto de austeridad. Silvano Vitar explica las premisas sobre las que se fundamentan las políticas de austeridad y por qué y cómo estas al final, matan.
Dante Carrerón por su parte analiza las consecuencias que ha traido la extinción del seguro popular y la creación del INSABI y cómo esto ha influido en la difícil situación del sistema de salud en México.
En el mismo sentido, Pablo López de la Fundación Nariz Roja narra las decisiones que se tomaron para que al día de hoy, niños y niñas con cáncer sigan sufriendo de la falta de medicamentos en el país. Cuenta también acerca del esfuerzo que están haciendo desde esta Asociación Civil para recaudar fondos y apoyar a los padres y madres de familia en su lucha por el abasto de medicinas para sus hijos e hijas.
Por su parte Cristina Guzmán nos aproxima a comprender la realidad que viven las niñas y los niños con hipoacusia, una condición en muchos sentidos invisible. Lo cual, lo hace desde una perspectiva personal al narrar el camino que ha vivido con su hija, y ahora con familias como la suya, que trabajan unidas para lograr mejores condiciones de vida y oportunidades para sus hijos.
Martha Navarro reflexiona sobre los cambios en nuestros tiempos y se centra especialmente en el impacto que estos han tenido en la infancia en México. Le habla a padres y madres, a maestras y maestros, invintándoles a asumir una perspectiva de colaboración, orientada a la comprensión del otro, el cuidado y la búsqueda del bienestar común partiendo del autoconocimiento y la autoestima.
En otro orden de ideas, Alejandro Velázquez rememora cómo ha sido el camino hacia la ciudadanización de los organismos electorales, así como la importancia que tiene el defender su autonomía y por lo tanto, nuestra democracia.
Miguel Peñaflor por su parte analiza las redes sociales como medios de información alternativos y el papel que han tenido en el debilitamiento del monopolio de la información, en la transparencia y en las nuevas interacciones sociales.
En la sección Otras Latitudes, el Diputado argentino Álvaro Martínez identifica cómo en el transcurso de este tiempo, las instituciones democráticas en su país han sufrido distintos atropellos, producto de un enamoramiento de la cuarentena bajo la falsa dicotomía de salud o economía, la cual, nos dice, solo le es funcional a los gobernantes adictos al poder. Escenario que es posible identificar no solo en la Argentina.
Finalmente Camilo Arenas de Colombia, presenta un análisis de la forma en la cual están trabajando los Parlamentos Hispanoamericanos en tiempos de Covid, momento histórico que plantea nuevos desafíos en el uso de las tecnologías en las democracias modernas.
En este décimo tomo de Humanismo y Sociedad, buscamos presentar ejemplos sobre la aportación que se está haciendo desde la sociedad civil organizada a los grandes temas en el México de hoy, así como los cambios y embates que las instituciones democráticas están sufriendo en estos tiempos en América Latina.
Esperamos que todas estas reflexiones contribuyan a la tan necesaria discusión pública y permitan revalorar la aportación de la ciudadanía, así como identificar aquellos conceptos, políticas públicas, posturas y toma de decisiones que ponen en peligro las instituciones de nuestra vida democrática, para poder encontrar puntos de encuentro, hoy más necesarios que nunca.

MENSAJE DEL PRESIDENTE | TOMO 10
PorJUAN FRANCISCO AGUILAR publicado 2020-09-04 En
Al momento de escribir este mensaje, hay más de 55,000 muertes por Covid en México. Día con día se actualizan los datos oficiales en la conferencia del Subsecretario López Gatell, los Secretarios de Salud de los Estados rinden su propio informe y Google tiene un contador que actualiza la información de manera permanente. Invariablemente, los datos son diferentes.
Desde los gobiernos de los Estados se ha manifestado que las cifras presentadas no corresponden con las que ellos reportan, identificándose un desfase de hasta tres semanas y un sub registro de casos y fallecimientos en todo el territorio nacional.
La cantidad de contagios, de personas hospitalizadas -por lo tanto de camas disponibles- y de muertes se han convertido en un recuento automatizado, presente en el discurso diario de gobierno y en el de los medios de comunicación.
El 10 de agosto, cuando había 53,003 mexicanos muertos, el Presidente en su conferencia criticó el conteo de personas fallecidas que hacen los medios de comunicación, en el que se señala el lugar mundial que llevamos en el número de decesos, en el que se ubica a nuestro país en este tema, para al final, decir que esto es muy lamentable (el conteo, no las muertes) y explica lo que a su parecer es la razón de las críticas: “no les gusta el cambio”.
Esta frase resume la postura que el gobierno ha tomado al momento de asumir responsabilidades por el fracaso en la estrategia de salud frente al Covid, frente al desabasto de medicamentos para niños y niñas con cáncer, frente a los años más violentos en la historia del país, en suma, frente a todo.
Esa postura indolente, que no asume responsabilidades, que no muestra capacidad de escucha y de toma de decisiones para cambiar el rumbo frente al fracaso, se ha convertido en un signo característico de este gobierno.
Esta incapacidad para corregir es una negligencia que día a día cobra vidas. Lo que manifiestan al minimizar el conteo en el número de personas contagiadas y fallecidas, es que ven números, no nombres. Se les olvida que cada uno de los números que tanto les molesta que se sigan incrementando es un mexicano o mexicana, que son miles de familias en duelo.
Desde aquí envío mis condolencias a las familias de todos y todas aquellas personas que ya no están por esta terrible tragedia que estamos viviendo. Sirva también como modesto homenaje a las y los panistas a quienes extrañaremos. A las mujeres y hombres del país que se han ido en un corto tiempo por esta enfermedad. Recordamos sus nombres, son irremplazables.
#50milFamiliasdeLuto
#LutoNacional