UN RESPIRO
Por Comunicación Social publicado 2020-04-13

POR: MARÍA JOSÉ CORREA GONZÁLEZ
Mexicana viviendo en Australia
Cuarentena, le llaman, aunque creo que el nombre que realmente le corresponde sería “un respiro”. El mundo se ha movido tan rápido en los últimos años que ni siquiera nos hemos dado el tiempo de vivir, sino solamente de sobrevivir. Este mundo capitalista en el que vivimos nos ha empujado al abismo. Ansiedad se escucha por todos los rincones del mundo a falta de tiempo, dinero y así una lista interminable de cosas. ¿Será que realmente lo necesitamos? ¿No será más bien que son necesidades creadas por el mundo en el que vivimos? Cumplimos algo en nuestra lista cuando ya está la siguiente y nunca nos damos el tiempo de vivir “ahora”.
¿Por qué nunca estamos conformes con nada? Siempre queremos más, aunque ya no sabemos que significa “más”. El mundo necesita un respiro de esta humanidad tan inhumana que hemos creado para satisfacer necesidades materiales. ¿Qué necesitamos para darnos cuenta de que algo estamos haciendo mal?
Leí en un libro que el dolor físico existe para poner límites, para darnos cuenta cuando algo nos hace daño o nos lastima, y cómo las emociones sirven para lo mismo, pero normalmente las ignoramos. Si sentimos tristeza, enojo, miedo, etc., es porque nos tenemos que detener a descubrir la razón, pero con este mundo que gira a mil por hora no hay tiempo para eso. Mejor pasemos página que mañana será otro día.
Llegó este virus sin avisarnos y ahora el mundo es un caos. Escucho gente diciendo “me da más miedo la recesión económica que morir”. ¿En serio? Creo que esta frase lo dice todo. Preferimos estar rodeados de bienes materiales a ser felices. La gente busca felicidad por todos lados, pero nadie está dispuesto a sacrificar nada para alcanzar esa felicidad. O más bien ¿Será que tenemos que redefinir el significado de “felicidad”? ¿Quién dijo que la felicidad estaba al alcance de una televisión de 70 pulgadas, un departamento en el piso más alto con vista a la playa o un coche último modelo?
¿No será que este virus aparte de traer muerte y recesión económica, llego a sacudirnos y decirnos que éste no es el camino correcto?
Gente desesperada por salir y regresar a sus rutinas. ¿Cuál era tú rutina? Tal vez un círculo vicioso que a la vista de todos es perfecto, o más bien, es solo apariencia lo que mostramos al mundo. Veo personas aterradas por tener que quedarse en casa, cuando tal vez el mayor miedo es a quedarse consigo mismo a tener que conocerse.
¿Hace cuántos años que no te podías dar ese lujo? Es necesario recordar que tener la oportunidad de quedarnos en casa es un privilegio que no todos tienen. Hay personal de salud haciendo guardias maratónicas, hay policías, bomberos, personas abasteciendo los mercados, y atendiendo las farmacias, personas que viven al día y tienen que salir a buscar sustento para su familia.
Si tienes oportunidad de quedarte en casa, hazlo. Por ti, por tus seres queridos, por aquellas personas que incluso no conoces y que al salir puedes poner en riesgo.
Haz de tu casa un espacio en el que no solo vivas sino que además, puedas conocerte. Es cierto que es necesario aprender a estar con uno mismo requiere tiempo y paciencia. Pero creo que definitivamente vale la pena. Espero que este virus nos deje una enseñanza a todos:
La vida es muy corta para solo sobrevivir.
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Últimos artículos

EDITORIAL | TOMO 10
PorALEXANDRA DANIELA CID GONZÁLEZ publicado 2020-09-04 En
Recordar el mundo hasta antes de marzo de este año resulta extraño. De entonces a la fecha, las dudas remplazaron a las certezas y la creatividad se convirtió en una habilidad de supervivencia. La forma de relacionarnos con los demás, incluida nuestra propia familia cambió, nos adaptamos a demostrar afecto a través de la distancia, a trabajar en horarios y espacios compartidos, a encontrar nuevas formas de llevar sustento a casa.
México ha demostrado ser una sociedad resiliente. En medio de una de las épocas más dificiles en los últimos tiempos, que ha dejado a más de cincuenta mil familias de luto tan solo en los últimos meses, en una crisis que no solo es en materia de salud, sino económica y de seguridad, es posible ver ejemplos de personas trabajando por adaptarse al cambio y ayudar, en lo posible, a los demás.
Sin embargo, toda realidad tiene contrastes. Si bien el personal de salud, literalmente, está entregando la vida para luchar contra el virus que ha provocado la contingencia sanitaria, el sistema de salud tiene carencias no solo propias de vivir en una era de pandemia, sino que presenta carestías derivadas de políticas públicas sustentadas en un falso concepto de austeridad. Silvano Vitar explica las premisas sobre las que se fundamentan las políticas de austeridad y por qué y cómo estas al final, matan.
Dante Carrerón por su parte analiza las consecuencias que ha traido la extinción del seguro popular y la creación del INSABI y cómo esto ha influido en la difícil situación del sistema de salud en México.
En el mismo sentido, Pablo López de la Fundación Nariz Roja narra las decisiones que se tomaron para que al día de hoy, niños y niñas con cáncer sigan sufriendo de la falta de medicamentos en el país. Cuenta también acerca del esfuerzo que están haciendo desde esta Asociación Civil para recaudar fondos y apoyar a los padres y madres de familia en su lucha por el abasto de medicinas para sus hijos e hijas.
Por su parte Cristina Guzmán nos aproxima a comprender la realidad que viven las niñas y los niños con hipoacusia, una condición en muchos sentidos invisible. Lo cual, lo hace desde una perspectiva personal al narrar el camino que ha vivido con su hija, y ahora con familias como la suya, que trabajan unidas para lograr mejores condiciones de vida y oportunidades para sus hijos.
Martha Navarro reflexiona sobre los cambios en nuestros tiempos y se centra especialmente en el impacto que estos han tenido en la infancia en México. Le habla a padres y madres, a maestras y maestros, invintándoles a asumir una perspectiva de colaboración, orientada a la comprensión del otro, el cuidado y la búsqueda del bienestar común partiendo del autoconocimiento y la autoestima.
En otro orden de ideas, Alejandro Velázquez rememora cómo ha sido el camino hacia la ciudadanización de los organismos electorales, así como la importancia que tiene el defender su autonomía y por lo tanto, nuestra democracia.
Miguel Peñaflor por su parte analiza las redes sociales como medios de información alternativos y el papel que han tenido en el debilitamiento del monopolio de la información, en la transparencia y en las nuevas interacciones sociales.
En la sección Otras Latitudes, el Diputado argentino Álvaro Martínez identifica cómo en el transcurso de este tiempo, las instituciones democráticas en su país han sufrido distintos atropellos, producto de un enamoramiento de la cuarentena bajo la falsa dicotomía de salud o economía, la cual, nos dice, solo le es funcional a los gobernantes adictos al poder. Escenario que es posible identificar no solo en la Argentina.
Finalmente Camilo Arenas de Colombia, presenta un análisis de la forma en la cual están trabajando los Parlamentos Hispanoamericanos en tiempos de Covid, momento histórico que plantea nuevos desafíos en el uso de las tecnologías en las democracias modernas.
En este décimo tomo de Humanismo y Sociedad, buscamos presentar ejemplos sobre la aportación que se está haciendo desde la sociedad civil organizada a los grandes temas en el México de hoy, así como los cambios y embates que las instituciones democráticas están sufriendo en estos tiempos en América Latina.
Esperamos que todas estas reflexiones contribuyan a la tan necesaria discusión pública y permitan revalorar la aportación de la ciudadanía, así como identificar aquellos conceptos, políticas públicas, posturas y toma de decisiones que ponen en peligro las instituciones de nuestra vida democrática, para poder encontrar puntos de encuentro, hoy más necesarios que nunca.

MENSAJE DEL PRESIDENTE | TOMO 10
PorJUAN FRANCISCO AGUILAR publicado 2020-09-04 En
Al momento de escribir este mensaje, hay más de 55,000 muertes por Covid en México. Día con día se actualizan los datos oficiales en la conferencia del Subsecretario López Gatell, los Secretarios de Salud de los Estados rinden su propio informe y Google tiene un contador que actualiza la información de manera permanente. Invariablemente, los datos son diferentes.
Desde los gobiernos de los Estados se ha manifestado que las cifras presentadas no corresponden con las que ellos reportan, identificándose un desfase de hasta tres semanas y un sub registro de casos y fallecimientos en todo el territorio nacional.
La cantidad de contagios, de personas hospitalizadas -por lo tanto de camas disponibles- y de muertes se han convertido en un recuento automatizado, presente en el discurso diario de gobierno y en el de los medios de comunicación.
El 10 de agosto, cuando había 53,003 mexicanos muertos, el Presidente en su conferencia criticó el conteo de personas fallecidas que hacen los medios de comunicación, en el que se señala el lugar mundial que llevamos en el número de decesos, en el que se ubica a nuestro país en este tema, para al final, decir que esto es muy lamentable (el conteo, no las muertes) y explica lo que a su parecer es la razón de las críticas: “no les gusta el cambio”.
Esta frase resume la postura que el gobierno ha tomado al momento de asumir responsabilidades por el fracaso en la estrategia de salud frente al Covid, frente al desabasto de medicamentos para niños y niñas con cáncer, frente a los años más violentos en la historia del país, en suma, frente a todo.
Esa postura indolente, que no asume responsabilidades, que no muestra capacidad de escucha y de toma de decisiones para cambiar el rumbo frente al fracaso, se ha convertido en un signo característico de este gobierno.
Esta incapacidad para corregir es una negligencia que día a día cobra vidas. Lo que manifiestan al minimizar el conteo en el número de personas contagiadas y fallecidas, es que ven números, no nombres. Se les olvida que cada uno de los números que tanto les molesta que se sigan incrementando es un mexicano o mexicana, que son miles de familias en duelo.
Desde aquí envío mis condolencias a las familias de todos y todas aquellas personas que ya no están por esta terrible tragedia que estamos viviendo. Sirva también como modesto homenaje a las y los panistas a quienes extrañaremos. A las mujeres y hombres del país que se han ido en un corto tiempo por esta enfermedad. Recordamos sus nombres, son irremplazables.
#50milFamiliasdeLuto
#LutoNacional