EL COVID 19 EN EL ESCENARIO POLÍTICO COLOMBIANO Y BILATERAL CON VENEZUELA
Por Comunicación Social publicado 2020-04-13

POR: CAMILO ANDRÉS ARENAS CORTES
Asesor legislativo y político en el Senado de la República de Colombia, estudiante de último año de Derecho en Bogotá, Colombia.
camiloarenas@hotmail.fr | Instagram: camiloaarenas
No cabe duda, esta virosis Made in China de consecuencias mortales ha generado una desestabilidad global, iniciando el derrumbe de las economías, perpetrando los sistemas sanitarios y consolidando los enfrentamientos políticos a nivel multilateral e interno. Es así, como en nuestra región este fenómeno se contrarresta de un modo limitante, que a falta de una medicina contundente, la contingencia a esta epidemia ha sido la cuarentena, termino usado y asemejado al tiempo bíblico del arca de Noe.
Gobernabilidad
Conforme a las cifras del gobierno colombiano al día de hoy, en nuestro país presentamos 539 casos confirmados, de los cuales 278 son hombres y 261 son mujeres, 295 de ellos son importados y 192 son casos relacionados, concentrándose en Bogotá la mayor cantidad de contagiados, siendo este el pico inicial. Frente a ello, el gobierno de Colombia en cabeza del presidente Iván Duque ha tomado medidas específicas, destacándose la expedición de un decreto con fuerza de ley, denominado Decreto de Emergencia Económica y Social, que faculta al Presidente de la República en condiciones extraordinarias como esta, la pandemia, que perturba o amenaza en forma grave e inminente el orden económico, social y ecológico del país, constituyendo una grave calamidad pública.
Duque a enfrentando con entereza, gobernabilidad y bajo el marco constitucional esta crisis global que se ha expandido por todo el territorio nacional, trazando lineamientos gubernamentales de la dimensión nacional a lo local, perpetrando como medida especial el aislamiento y las debidas precauciones que puedan mitigar los contagios en nuestro país.
Es cierto, la pandemia ha permitido dar un giro en la agenda política del país y a su vez en la opinión pública, respecto a la administración del país en el mandato de Iván Duque, quien ha enfatizado un mensaje que llama a la unión, la obediencia y al civismo, recibido positivamente por muchos de los colombianos. Además, ha impartido medidas para ayudar a la población vulnerable, proclive a la pandemia, siendo relevantes la reconexión gratuita del agua a cerca de doscientas mil familias que tenían su servicio suspendido, la congelación de las tarifas del agua potable, devolución del IVA para un millón de familias, subsidios básicos a más de dos millones de familias, doscientos mil jóvenes y a cerca de dos millones de adultos mayores.
La orden del jefe de Estado a sus funcionarios gubernamentales ha sido evitar cualquier conflicto político -evitar cualquier sometimiento de polarización- lo cual ha sido satisfactorio en esta circunstancia, impidiendo llevar la crisis al campo político, apelando al sentido de unión.
Duque hasta hace unas semanas enfrentaba una de las desaprobaciones mas altas en lo que lleva de su gobierno, siendo esta una situación que saca a flote su tecnocracia.
Retos del gobierno
Este fenómeno representa un gran reto para el gobierno nacional, las estadísticas no muestran un favorable sistema de salud.
A pesar que el virus se propició a principios de diciembre e inició su expansión en enero, nuestro país no contaba con un Ministro de Salud. Solo hasta el 7 de febrero cuando existían cerca de 37.000 casos confirmados a nivel mundial, Iván Duque comunicó quien sería el actual jefe de la cartera, mismo que tomó posesión formalmente hasta un mes después, tres días previos al conocerse del primer caso en Colombia. Para muchos críticos y detractores del gobierno, no existía un sentido de urgencia, generando por ello el posible desbordamiento del sistema de salud.
No se debe desconocer la premura que ha tenido el gobierno al concentrar todos sus esfuerzos y estrategias para la crisis, decisiones que dentro de los poderes extraordinarios de la ley busca proteger a los colombianos.
Un gran desafío que suscitará es el de la economía, afectada por la caída del precio del petróleo, con el peso colombiano devaluado en un 15% y una desaceleración económica inminente. Meses previos al impacto del coronavirus la economía colombiana venía en crecimiento, con uno de los índices mas altos de América Latina, bajas tasas de interés, reservas internacionales de 52.000 millones de dólares y con interesantes previsiones en el aumento de recursos hacia sectores como la infraestructura y el turismo. Distintos gremios de la economía no auguran con buen pronóstico el crecimiento, tan solo se especula un crecimiento del 1.2% y no del 3.5% como se esperaría para este 2020.
No se puede desconocer tampoco, las falencias que afronta el país y las cuales ha heredado a través del tiempo, ante las cuales el Presidente Duque y su gobierno enfrentan un inmenso reto en términos de políticas económicas, sociales, de salud y de formalización laboral.
Debo dar la razón, que en estos tiempos deberíamos reservar ciertos juicios de teorías económicas. A muchos no nos cautiva, pero creo en la necesidad de implementar los principios de Jhon M. Keynes, ya que esta situación podrá ser atendida con gasto público, con el resultado multiplicador de la inversión pública.
El coronavirus venezolano frente a Colombia
Es incierto como Venezuela confrontará esta pandemia, su deterioro en la calidad de vida y la nefasta crisis económica son generadores de pésimas condiciones sanitarias en el vecino país, más de un 53% de los centros hospitalarios de allí no cuentan con las mascarillas que deben usar los profesionales de la medicina para evitar los contagios y un 92% no cuenta con protocolos de trabajo para pacientes infectados.
Ahora bien, como toda dictadura no podía dejar de ocultar casos y el COVID 19 no ha sido la excepción. Ciudadanos venezolanos afirman que Maduro ha manipulado las estadísticas para aseverar el control de la situación y es evidente que sus cifras son contradictorias. De acuerdo con Juan Guaidó -presidente interino venezolano- hay en el país más de 200 casos. Además, se dieron a conocer filtraciones que aseguran que militares venezolanos provenientes de Irán estarían infectados, contagiando a médicos y enfermeros en Caracas.
Fuera de Venezuela, Colombia es el país más afectado con su crisis política, económica y social, pues ha recibido cerca del 44% de los cinco millones de venezolanos que han emigrado en el mundo.
No es un secreto la fractura de las relaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro, pero ha sido la necesidad de esta causa humanitaria la que ha llevado que jefes de las carteras de la salud lleguen al dialogo y concreten medidas sanitarias bilaterales. Siendo mediador en ello la Organización Panamericana de la Salud, atendiendo a su función de socorrer y articular las necesidades médicas de los habitantes de las fronteras.
Por todo ello, creo que es muy probable que Maduro esté buscando sacar rédito político, ya que vendería como triunfo, el haber coordinado formalmente con Bogotá las medidas a tomar frente al coronavirus. Suponiendo así un poder implícito, restando por tanto el reconocimiento diplomático de Guaidó. Poniendo en manifiesto que las implicaciones de la pandemia no son solo sanitarias o económicas, sino también diplomáticas y políticas.
REFERENCIAS
- Redacción Economía (2020, marzo 27) Economía colombiana ante la tormenta del Covid-19, El Nuevo Siglo
- Gobierno de Colombia (2020, marzo) Coronavirus Colombia. Recuperado de: https://coronaviruscolombia.gov.co/Covid19/index.html
- Jahan, Saber Mahmud, Papageorgio (2014) ¿Qué es la economía
keynesiana? Finanzas y Desarrollo
- Portafolio (2020, marzo 16) Colombia trabajará con Venezuela para frenar avance del coronavirus. Recuperado de: https://n9.cl/xzht
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Últimos artículos

EDITORIAL | TOMO 10
PorALEXANDRA DANIELA CID GONZÁLEZ publicado 2020-09-04 En
Recordar el mundo hasta antes de marzo de este año resulta extraño. De entonces a la fecha, las dudas remplazaron a las certezas y la creatividad se convirtió en una habilidad de supervivencia. La forma de relacionarnos con los demás, incluida nuestra propia familia cambió, nos adaptamos a demostrar afecto a través de la distancia, a trabajar en horarios y espacios compartidos, a encontrar nuevas formas de llevar sustento a casa.
México ha demostrado ser una sociedad resiliente. En medio de una de las épocas más dificiles en los últimos tiempos, que ha dejado a más de cincuenta mil familias de luto tan solo en los últimos meses, en una crisis que no solo es en materia de salud, sino económica y de seguridad, es posible ver ejemplos de personas trabajando por adaptarse al cambio y ayudar, en lo posible, a los demás.
Sin embargo, toda realidad tiene contrastes. Si bien el personal de salud, literalmente, está entregando la vida para luchar contra el virus que ha provocado la contingencia sanitaria, el sistema de salud tiene carencias no solo propias de vivir en una era de pandemia, sino que presenta carestías derivadas de políticas públicas sustentadas en un falso concepto de austeridad. Silvano Vitar explica las premisas sobre las que se fundamentan las políticas de austeridad y por qué y cómo estas al final, matan.
Dante Carrerón por su parte analiza las consecuencias que ha traido la extinción del seguro popular y la creación del INSABI y cómo esto ha influido en la difícil situación del sistema de salud en México.
En el mismo sentido, Pablo López de la Fundación Nariz Roja narra las decisiones que se tomaron para que al día de hoy, niños y niñas con cáncer sigan sufriendo de la falta de medicamentos en el país. Cuenta también acerca del esfuerzo que están haciendo desde esta Asociación Civil para recaudar fondos y apoyar a los padres y madres de familia en su lucha por el abasto de medicinas para sus hijos e hijas.
Por su parte Cristina Guzmán nos aproxima a comprender la realidad que viven las niñas y los niños con hipoacusia, una condición en muchos sentidos invisible. Lo cual, lo hace desde una perspectiva personal al narrar el camino que ha vivido con su hija, y ahora con familias como la suya, que trabajan unidas para lograr mejores condiciones de vida y oportunidades para sus hijos.
Martha Navarro reflexiona sobre los cambios en nuestros tiempos y se centra especialmente en el impacto que estos han tenido en la infancia en México. Le habla a padres y madres, a maestras y maestros, invintándoles a asumir una perspectiva de colaboración, orientada a la comprensión del otro, el cuidado y la búsqueda del bienestar común partiendo del autoconocimiento y la autoestima.
En otro orden de ideas, Alejandro Velázquez rememora cómo ha sido el camino hacia la ciudadanización de los organismos electorales, así como la importancia que tiene el defender su autonomía y por lo tanto, nuestra democracia.
Miguel Peñaflor por su parte analiza las redes sociales como medios de información alternativos y el papel que han tenido en el debilitamiento del monopolio de la información, en la transparencia y en las nuevas interacciones sociales.
En la sección Otras Latitudes, el Diputado argentino Álvaro Martínez identifica cómo en el transcurso de este tiempo, las instituciones democráticas en su país han sufrido distintos atropellos, producto de un enamoramiento de la cuarentena bajo la falsa dicotomía de salud o economía, la cual, nos dice, solo le es funcional a los gobernantes adictos al poder. Escenario que es posible identificar no solo en la Argentina.
Finalmente Camilo Arenas de Colombia, presenta un análisis de la forma en la cual están trabajando los Parlamentos Hispanoamericanos en tiempos de Covid, momento histórico que plantea nuevos desafíos en el uso de las tecnologías en las democracias modernas.
En este décimo tomo de Humanismo y Sociedad, buscamos presentar ejemplos sobre la aportación que se está haciendo desde la sociedad civil organizada a los grandes temas en el México de hoy, así como los cambios y embates que las instituciones democráticas están sufriendo en estos tiempos en América Latina.
Esperamos que todas estas reflexiones contribuyan a la tan necesaria discusión pública y permitan revalorar la aportación de la ciudadanía, así como identificar aquellos conceptos, políticas públicas, posturas y toma de decisiones que ponen en peligro las instituciones de nuestra vida democrática, para poder encontrar puntos de encuentro, hoy más necesarios que nunca.

MENSAJE DEL PRESIDENTE | TOMO 10
PorJUAN FRANCISCO AGUILAR publicado 2020-09-04 En
Al momento de escribir este mensaje, hay más de 55,000 muertes por Covid en México. Día con día se actualizan los datos oficiales en la conferencia del Subsecretario López Gatell, los Secretarios de Salud de los Estados rinden su propio informe y Google tiene un contador que actualiza la información de manera permanente. Invariablemente, los datos son diferentes.
Desde los gobiernos de los Estados se ha manifestado que las cifras presentadas no corresponden con las que ellos reportan, identificándose un desfase de hasta tres semanas y un sub registro de casos y fallecimientos en todo el territorio nacional.
La cantidad de contagios, de personas hospitalizadas -por lo tanto de camas disponibles- y de muertes se han convertido en un recuento automatizado, presente en el discurso diario de gobierno y en el de los medios de comunicación.
El 10 de agosto, cuando había 53,003 mexicanos muertos, el Presidente en su conferencia criticó el conteo de personas fallecidas que hacen los medios de comunicación, en el que se señala el lugar mundial que llevamos en el número de decesos, en el que se ubica a nuestro país en este tema, para al final, decir que esto es muy lamentable (el conteo, no las muertes) y explica lo que a su parecer es la razón de las críticas: “no les gusta el cambio”.
Esta frase resume la postura que el gobierno ha tomado al momento de asumir responsabilidades por el fracaso en la estrategia de salud frente al Covid, frente al desabasto de medicamentos para niños y niñas con cáncer, frente a los años más violentos en la historia del país, en suma, frente a todo.
Esa postura indolente, que no asume responsabilidades, que no muestra capacidad de escucha y de toma de decisiones para cambiar el rumbo frente al fracaso, se ha convertido en un signo característico de este gobierno.
Esta incapacidad para corregir es una negligencia que día a día cobra vidas. Lo que manifiestan al minimizar el conteo en el número de personas contagiadas y fallecidas, es que ven números, no nombres. Se les olvida que cada uno de los números que tanto les molesta que se sigan incrementando es un mexicano o mexicana, que son miles de familias en duelo.
Desde aquí envío mis condolencias a las familias de todos y todas aquellas personas que ya no están por esta terrible tragedia que estamos viviendo. Sirva también como modesto homenaje a las y los panistas a quienes extrañaremos. A las mujeres y hombres del país que se han ido en un corto tiempo por esta enfermedad. Recordamos sus nombres, son irremplazables.
#50milFamiliasdeLuto
#LutoNacional