1984 LA NUEVALENGUA HOY
Por Comunicación Social publicado 2020-06-15

POR: JOSÉ H. BUENDÍA
@chuyperman
Maestro en Gestión Pública Aplicada, Abogado, Diplomado en Estudios Literarios y en el Estudio de Instituciones Occidentales.
“La Libertad consistía en poder decir que 2 + 2 = 4”
George Orwell
La obra cumbre de George Orwell, escrita en 1948 y publicada un año después, es sobretodo famosa por acuñar la figura del “Gran Hermano”, ese ser omnisciente y panóptico que monitorea, a través de las telepantallas, las vidas de todos los habitantes de Oceanía (uno de los tres Súper Estados en los que se divide este universo literario). Bien cabe releer la obra en nuestros días para subrayar la advertencia hecha respecto a los peligros de la destrucción del lenguaje como estrategia para la alienación de las personas.
Si bien en las distopías literarias (Un Mundo Feliz; Farenheit 451; La Naranja Mecánica) los autores nos presentan diversas versiones del camino para llegar a ser hombres y mujeres con menos libertad (porque el hecho de que lo seríamos no se ponía en duda); en la de Orwell se pone de manifiesto una vereda con la que convivimos en pleno 2020. Si ponemos atención, en la actualidad podremos identificar actitudes en diferentes gobiernos del mundo encaminadas a ejercer un mayor control sobre nuestras libertades, pero en esta ocasión quiero referirme a una en particular.
La destrucción del lenguaje.
Umberto Eco, filósofo medievalista e intelectual fundamental para entender la historia del siglo pasado y la de este, señala en su famosa conferencia titulada “El Fascismo Eterno” (1995) 14 características para reconocer un régimen fascista (y plantea que no es necesario que convivan las catorce sino que una sola basta para “coagular la nebulosa fascista”), señala como la última que el fascismo eterno o ur-fascismo habla la nuevalengua inventada por Orwell en su distopía y da el ejemplo de que, los textos escolares nazis o fascistas se basaban en un léxico pobre y en una sintaxis elemental, “con la finalidad de limitar los instrumentos para el razonamiento complejo y crítico”.
En el capítulo 5 de la primera parte de la novela nos presentan a Syme, un sádico personaje, miembro del Partido Exterior y uno de los expertos dedicados a compilar la undécima edición del Diccionario de nuevalengua, el idioma oficial de “Oceanía”, ideado para hacer frente a las necesidades ideológicas del Socialismo Inglés. Aquí Syme le revela al protagonista, que su trabajo no consiste en inventar nuevas palabras sino en destruirlas.
“Cualquier palabra incluye su contraria. Fíjate, por ejemplo, en la palabra “bueno”. Si tenemos esa palabra, ¿de qué nos sirve “malo”? “Nobueno” es igual… incluso mejor porque es exactamente el contrario mientras que la otra no lo es.”.
Es a través de Syme que se desvela cual es el objetivo final de la nuevalengua, y que consiste en reducir el alcance del pensamiento, ya que con menos palabras el rango de conciencia será cada vez más pequeño.
“De hecho, no existirá el pensamiento tal como lo entendemos hoy. La ortodoxia equivale a no pensar, a no tener la necesidad de pensar. La ortodoxia es la inconsciencia.”.
Tomando en cuenta que Syme es miembro del Partido Exterior que gobierna “Oceanía”, debemos interpretar que hay una intención del Estado encaminada a controlar a sus habitantes a través de la reducción de su pensamiento y parte de la fórmula que utiliza para llevarlo a cabo es con la destrucción del lenguaje. La nuevalengua estaba pensada para disminuir el alcance del pensamiento.
¿Cómo se destruye el lenguaje en la actualidad?
En la actualidad somos testigos de gobernantes que utilizan un léxico cada vez más simplificado, aparentemente disruptivo, y que buscan dirigir su discurso a las emociones de sus simpatizantes para gobernar sobre sus pasiones al mismo tiempo que limitan y empobrecen sus capacidades cognitivas en la búsqueda de perpetuarse en el poder. Lo terrible del asunto es que tanto simpatizantes como opositores terminamos utilizando, –como si hubiéramos sido hipnotizados–, los términos pegajosos y las frases simplonas en nuestro lenguaje diario, sin darnos cuenta que en muchas ocasiones al hacerlo estamos incluso cambiando el significado de algunas palabras al mismo tiempo que estamos colaborando a la destrucción de nuestro lenguaje.
En la undécima edición del diccionario de Nuevalengua que aparece como apéndice de la novela 1984, se da un ejemplo con la palabra “libre”, la cual seguía existiendo en este nuevo idioma pero solo podía utilizarse en frases como “Este perro está libre de pulgas” o “Este campo está libre de malas hierbas”, debido a que la libertad política e intelectual habían dejado de existir y por tanto no podían emplearse en otro sentido, de esta manera “libre” se había convertido en una palabra vacía y despojada del significado que hasta hoy conocemos todavía.
Términos como “Fake News”, o “Neoliberales” se utilizan hoy peyorativamente para atacar, en el primer caso a la prensa que ejerce su derecho de cuestionar las decisiones de gobierno, y en el segundo para atacar a aquellos que defienden las libertades económicas, el libre comercio y la reducción del gasto público, pero muchas veces cuando las utilizamos no tenemos consciencia del significado de las palabras o los términos, ni siquiera para señalar su mal uso, con lo que nos terminamos convirtiendo en una pequeña parte de la masa que hace eco de las frases de moda. En una ocasión mientras conversaba con un amigo me preguntaba ¿qué es ser neoliberal?, a lo que respondí que al parecer es todo aquello que no esté de acuerdo con el gobierno, y posiblemente este pueda llegar a ser su nuevo significado.
Otra forma en la que todos los días somos testigos de la destrucción del lenguaje es a través de la escritura en los medios digitales y las nuevas tecnologías. Los teléfonos móviles y los celulares nos han convertido a todos en comunicadores que envían y reciben mensajes en el espacio público. Las reglas lingüísticas generales, tanto ortográficas como gramaticales no se respetan en la comunicación digital en parte por su carácter relajado y espontáneo, por su semejanza con el lenguaje oral y el acceso a herramientas para añadir imágenes a los mensajes, aunque todo esto en principio no debe implicar una licencia para que el lenguaje se emplee de forma descuidada.
Conclusión.
El planteamiento hecho por George Orwell en 1984 en el que el gobierno utiliza como una de sus estrategias para la perdida de la personalidad de los habitantes de “Oceanía” el de la creación de la nuevalengua, parece haber dejado el terreno de la ficción literaria desde hace tiempo. El discurso político se ha empobrecido hasta niveles sinceramente vergonzosos con el pretexto de “llegar a la gente”, y peor aún con la intención de manipularla. Es cierto que las personas están cansadas de discursos rimbombantes y llenos de tecnicismos, pero ¿es necesario hablar el mismo lenguaje de Bolsonaro o de Maduro para poder derrotarlos? Mi respuesta es ¡No! Lo primero que hay que hacer es entender este lenguaje y las consecuencias que puede tener en nosotros el que lo hablemos también, para después encontrar un lenguaje encaminado a superarlo.
Ante una tarea tan compleja creo que hay dos propuestas simples que nos pueden ayudar a evitar las trampas de la Nuevalengua. La primera es a través de la lectura de textos literarios. No debe sorprendernos que los fondos de cultura sean los primeros sacrificados de los presupuestos para atender las necesidades productivas del Estado, se sacrifica porque difícilmente se traduce en beneficios económicos, pero también porque hay aquellos a quienes les conviene mantenernos ignorantes para poder ser más fácilmente manipulados. El conocimiento es un fin en sí mismo no el medio para producir algo y en este sentido la lectura literaria o los saberes humanistas se convierten en un acto de rebeldía y la clave para estirar las fronteras de nuestro pensamiento.
La segunda tiene que ver con el cuidado de las normas lingüísticas generales en la escritura digital en las diferentes redes sociales que utilicemos, de esta manera nos estamos asegurando que los que nos lean entiendan de manera correcta nuestros mensajes al mismo tiempo que protegemos nuestro lenguaje. En este punto les recomiendo el “Libro de estilo de la lengua española” de la Real Academia Española de la Lengua, mismo que contiene una serie de indicaciones generales para la comunicación digital. Creo firmemente que estas propuestas nos pueden ayudar a estar preparados para identificar y combatir las diferentes formas de Nuevalengua que rápidamente van ganando terreno en nuestros días.
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EDITORIAL | TOMO 10
PorALEXANDRA DANIELA CID GONZÁLEZ publicado 2020-09-04 En
Recordar el mundo hasta antes de marzo de este año resulta extraño. De entonces a la fecha, las dudas remplazaron a las certezas y la creatividad se convirtió en una habilidad de supervivencia. La forma de relacionarnos con los demás, incluida nuestra propia familia cambió, nos adaptamos a demostrar afecto a través de la distancia, a trabajar en horarios y espacios compartidos, a encontrar nuevas formas de llevar sustento a casa.
México ha demostrado ser una sociedad resiliente. En medio de una de las épocas más dificiles en los últimos tiempos, que ha dejado a más de cincuenta mil familias de luto tan solo en los últimos meses, en una crisis que no solo es en materia de salud, sino económica y de seguridad, es posible ver ejemplos de personas trabajando por adaptarse al cambio y ayudar, en lo posible, a los demás.
Sin embargo, toda realidad tiene contrastes. Si bien el personal de salud, literalmente, está entregando la vida para luchar contra el virus que ha provocado la contingencia sanitaria, el sistema de salud tiene carencias no solo propias de vivir en una era de pandemia, sino que presenta carestías derivadas de políticas públicas sustentadas en un falso concepto de austeridad. Silvano Vitar explica las premisas sobre las que se fundamentan las políticas de austeridad y por qué y cómo estas al final, matan.
Dante Carrerón por su parte analiza las consecuencias que ha traido la extinción del seguro popular y la creación del INSABI y cómo esto ha influido en la difícil situación del sistema de salud en México.
En el mismo sentido, Pablo López de la Fundación Nariz Roja narra las decisiones que se tomaron para que al día de hoy, niños y niñas con cáncer sigan sufriendo de la falta de medicamentos en el país. Cuenta también acerca del esfuerzo que están haciendo desde esta Asociación Civil para recaudar fondos y apoyar a los padres y madres de familia en su lucha por el abasto de medicinas para sus hijos e hijas.
Por su parte Cristina Guzmán nos aproxima a comprender la realidad que viven las niñas y los niños con hipoacusia, una condición en muchos sentidos invisible. Lo cual, lo hace desde una perspectiva personal al narrar el camino que ha vivido con su hija, y ahora con familias como la suya, que trabajan unidas para lograr mejores condiciones de vida y oportunidades para sus hijos.
Martha Navarro reflexiona sobre los cambios en nuestros tiempos y se centra especialmente en el impacto que estos han tenido en la infancia en México. Le habla a padres y madres, a maestras y maestros, invintándoles a asumir una perspectiva de colaboración, orientada a la comprensión del otro, el cuidado y la búsqueda del bienestar común partiendo del autoconocimiento y la autoestima.
En otro orden de ideas, Alejandro Velázquez rememora cómo ha sido el camino hacia la ciudadanización de los organismos electorales, así como la importancia que tiene el defender su autonomía y por lo tanto, nuestra democracia.
Miguel Peñaflor por su parte analiza las redes sociales como medios de información alternativos y el papel que han tenido en el debilitamiento del monopolio de la información, en la transparencia y en las nuevas interacciones sociales.
En la sección Otras Latitudes, el Diputado argentino Álvaro Martínez identifica cómo en el transcurso de este tiempo, las instituciones democráticas en su país han sufrido distintos atropellos, producto de un enamoramiento de la cuarentena bajo la falsa dicotomía de salud o economía, la cual, nos dice, solo le es funcional a los gobernantes adictos al poder. Escenario que es posible identificar no solo en la Argentina.
Finalmente Camilo Arenas de Colombia, presenta un análisis de la forma en la cual están trabajando los Parlamentos Hispanoamericanos en tiempos de Covid, momento histórico que plantea nuevos desafíos en el uso de las tecnologías en las democracias modernas.
En este décimo tomo de Humanismo y Sociedad, buscamos presentar ejemplos sobre la aportación que se está haciendo desde la sociedad civil organizada a los grandes temas en el México de hoy, así como los cambios y embates que las instituciones democráticas están sufriendo en estos tiempos en América Latina.
Esperamos que todas estas reflexiones contribuyan a la tan necesaria discusión pública y permitan revalorar la aportación de la ciudadanía, así como identificar aquellos conceptos, políticas públicas, posturas y toma de decisiones que ponen en peligro las instituciones de nuestra vida democrática, para poder encontrar puntos de encuentro, hoy más necesarios que nunca.

MENSAJE DEL PRESIDENTE | TOMO 10
PorJUAN FRANCISCO AGUILAR publicado 2020-09-04 En
Al momento de escribir este mensaje, hay más de 55,000 muertes por Covid en México. Día con día se actualizan los datos oficiales en la conferencia del Subsecretario López Gatell, los Secretarios de Salud de los Estados rinden su propio informe y Google tiene un contador que actualiza la información de manera permanente. Invariablemente, los datos son diferentes.
Desde los gobiernos de los Estados se ha manifestado que las cifras presentadas no corresponden con las que ellos reportan, identificándose un desfase de hasta tres semanas y un sub registro de casos y fallecimientos en todo el territorio nacional.
La cantidad de contagios, de personas hospitalizadas -por lo tanto de camas disponibles- y de muertes se han convertido en un recuento automatizado, presente en el discurso diario de gobierno y en el de los medios de comunicación.
El 10 de agosto, cuando había 53,003 mexicanos muertos, el Presidente en su conferencia criticó el conteo de personas fallecidas que hacen los medios de comunicación, en el que se señala el lugar mundial que llevamos en el número de decesos, en el que se ubica a nuestro país en este tema, para al final, decir que esto es muy lamentable (el conteo, no las muertes) y explica lo que a su parecer es la razón de las críticas: “no les gusta el cambio”.
Esta frase resume la postura que el gobierno ha tomado al momento de asumir responsabilidades por el fracaso en la estrategia de salud frente al Covid, frente al desabasto de medicamentos para niños y niñas con cáncer, frente a los años más violentos en la historia del país, en suma, frente a todo.
Esa postura indolente, que no asume responsabilidades, que no muestra capacidad de escucha y de toma de decisiones para cambiar el rumbo frente al fracaso, se ha convertido en un signo característico de este gobierno.
Esta incapacidad para corregir es una negligencia que día a día cobra vidas. Lo que manifiestan al minimizar el conteo en el número de personas contagiadas y fallecidas, es que ven números, no nombres. Se les olvida que cada uno de los números que tanto les molesta que se sigan incrementando es un mexicano o mexicana, que son miles de familias en duelo.
Desde aquí envío mis condolencias a las familias de todos y todas aquellas personas que ya no están por esta terrible tragedia que estamos viviendo. Sirva también como modesto homenaje a las y los panistas a quienes extrañaremos. A las mujeres y hombres del país que se han ido en un corto tiempo por esta enfermedad. Recordamos sus nombres, son irremplazables.
#50milFamiliasdeLuto
#LutoNacional