LÓPEZ OBRADOR: LAS CLAVES DEL POPULISMO

LÓPEZ OBRADOR: LAS CLAVES DEL POPULISMO

Por Comunicación Social publicado 2019-06-21


POR OSWALDO RÍOS MEDRANO
TWITTER: @OSWALDORIOS

El carácter mesiánico, demagógico y cismático de López Obrador son improntas en su manera de ejercer la política que lo acompañan desde el inicio y no lo han abandonado, o mejor dicho, él a ellas.

Surgido en la política priísta más dinosáurica (se afilió al partido en su natal Tabasco en 1976 y llegó a dirigirlo en 1983), López Obrador asumió con plena conciencia el formar parte del “PRI-gobierno”, después de las masacres estudiantiles de 1968 y de 1971y se mantuvo ahí durante el fraude electoral de 1988.

Comenzó a tener problemas en el PRI cuando no le permitieron realizar cambios que pudieran dar mayor participación política a las bases y lo abandonó cuando le negaron ser candidato a alcalde de Macuspana. Dejó al partido para sumarse a la lucha política del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en el Frente Democrático Nacional y la fundación del PRD en 1989.

A partir de ahí, su asenso es meteórico. Candidato a gobernador por el PRD en 1994 y derrotado por Roberto Madrazo, alegó fraude electoral y organizó una “resistencia civil” en la que alentó a quienes votaron por él a dejar de pagar la luz y otros servicios públicos, tomar pozos petroleros y realizar bloqueos viales (recientemente, ya como presidente, López Obrador decretó que se les perdonaran los adeudos a sus morosos simpatizantes).

Luego logró ser dirigente nacional del PRD en 1996 y obtuvo un crecimiento electoral histórico que le valió quedarse con la candidatura a Jefe de Gobierno en el año 2000, en medio de graves señalamientos de no cumplir con el requisito de residencia para ser candidato, obstáculo que habría salvado, según algunas versiones, gracias a una negociación con el presidente priísta Ernesto Zedillo, a quien por cierto, en sus años de opositor no solía hacer blanco de su discurso de odio, ni nombrarlo como miembro de la “mafia del poder”. El secretario de Educación de López Obrador, Esteban Moctezuma, también lo fue de Zedillo.

Ya como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, su estilo personal como político emergió con claridad meridiana.
Irrespetuoso de las instituciones; voluntarista denodado; desdeñoso del Estado de Derecho; autoritario e impositivo en sus equipos; intolerante a la crítica ciudadana; impulsor de políticas de corte asistencialista; opaco en el manejo de la información pública; enemigo de los contrapesos y la construcción de consensos; dueño de un discurso manipulador, y polarizador; y experto en la promoción de odios sociales. El juicio sobre su figura debe derivar de sus actos y no de sus palabras: López Obrador no es un demócrata, no es un liberal y no es un pacifista. Es un líder populista, nacionalista y profundamente autoritario.

Quien desee profundizar en la historia política personal de López Obrador puede recurrir a dos ensayos luminosos del historiador Enrique Krauze, una de las voces más autorizadas para esclarecer la biografía (hagiografía para muchos de sus súbditos) del primer presidente de la república nacido en Tabasco:
“El mesías tropical”
“El presidente historiador”

A partir de la publicación de “El mesías tropical” en 2006, muchos intelectuales y demócratas liberales encendieron las luces de alarma y comenzaron a caracterizar a López Obrador como un populista. ¿Qué significa ese concepto y cuáles son las claves que podemos identificar en López Obrador que nos permiten clasificarlo de esa manera?

Si se desea abundar en los conceptos teóricos y las categorías de análisis del populismo, una lectura indispensable es la del posmarxista argentino Ernesto Laclau quien en “La razón populista” publicada en 2005, a partir de la observación del peronismo, problematiza este concepto como asunto epistemológico de la ciencia política y refuta las consideraciones que lo encasillan como constructo discursivo, para ubicarlo como un componente fundamental de lo político y la construcción del pueblo como actor colectivo.

Pero hay versiones mucho más críticas. Para Federico Finchelstein, el populismo es: “Una forma de democracia autoritaria que originalmente surgió como una reformulación de posguerra del fascismo”. Podemos decir, que el populismo es una categoría autónoma de análisis que hunde sus raíces en comprensión de una forma específica de ejercicio del poder que no está determinada, o es exclusiva de alguna ideología en lo particular.

Para intelectuales liberales como Mario Vargas Llosa, al preguntarse qué es el populismo, en el prólogo del extraordinario libro “El estallido del populismo” nos responde que es, ante todo, “la política irresponsable y demagógica de unos gobernantes que no vacilan en sacrificar el futuro de una sociedad por un presente efímero”.

Ello implica, un proceso de toma de decisiones caracterizado por la inmediatez de los resultados efectistas en detrimento del cumplimiento de la legalidad y la prelación de un criterio racional de mayor beneficio público, aunque su horizonte sea de largo plazo, y por tanto, los réditos políticos para otros. Aspecto incomprensible para el presidente de México que resuelve todos sus proyectos estratégicos teniendo en mente el electoral 2021.

Ahora bien, a las críticas que lo calificaban como populista, López Obrador respondió como acostumbra, con un dicho coloquial en ánimo de simplificar y mofarse del adjetivo: “Si darles apoyos a los pobres es populista, que me anoten en la lista”.

Pero serlo no es solo por petición del aludido. Para el doctor César Cansino, el populismo tiene tres elementos semánticos personales, que por cierto, López Obrador cumple con creces:
 
  1. La promoción constante de las formas reactivas hacia las instituciones. (“¡Qué se vayan al diablo con sus instituciones!”).
  2. La idea de que el líder puede estar mucho más cerca de la gente que los demás políticos y las instituciones, porque es parte de ella. (“Yo ya no me pertenezco, ya soy de la nación”).
  3. La decisión de fincar todas las esperanzas sobre el espejismo de las masas. (“El pueblo es bueno y sabio. El pueblo no se equivoca”).
 
Finalmente, tratando de comprender si las principales acciones de López Obrador se ajustan a una conducta populista que pueda poner en predicamento los avances democráticos incipientes que México había construido lenta, pero sostenidamente desde 1997, analicemos las premisas que escribe Loris Zanatta en su libro “El populismo”, a propósito de la categorización de las seis premisas que Isaiah Berlin propone para identificarlo:
 
  1. La idea de comunidad en el centro, en reemplazo del individuo.
La idea de denominar su arribo al poder como la Cuarta Transformación de México (antes la Independencia, la Reforma y la Revolución, todos movimientos armados que concluyeron con la expedición de una nueva Constitución), da una idea muy clara del carácter épico que López Obrador anhela se perciba de su movimiento y de sí mismo. Para él, ahora las decisiones de Estado ya no se toman para congraciar a una “minoría rapaz”, sino para favorecer al “pueblo”. El trasvase se completa cuando se autoproclama la encarnación del pueblo (para abundar en este punto revise “El pueblo soy yo” de Enrique Krauze). La clave es que si él decide realizar obras sin licitar, emitir decretos sin constitucionalidad, gastar sin transparentar o regalar dinero en programas sin reglas de operación, no deberíamos preocuparnos, pues es el pueblo quien lo está haciendo y lógicamente el pueblo no gobernaría contra sí mismo. Complementando esas premisas, con la idea de que “el pueblo pone y el pueblo quita”, ¿deberíamos preocuparnos o no por una eventual reelección de López Obrador a petición del “pueblo”?

  1. El carácter apolítico (o antipolítico) dado que se inspira en valores sociales antes que políticos y considera una mejor democracia a la que cumpla con esos valores sociales, aunque se trate de un autoritarismo despiadado.
Desde el inicio, López Obrador concibió a Morena como un partido-movimiento, en el que la centralidad de la conducción depende de un solo hombre: él mismo. Luego de admitir lo anterior, debemos tener presente que López Obrador logró la más alta votación en la historia de los procesos electorales en la época democrática, construyendo y convenciendo de la idea de que “él no es como todos los políticos” porque “él sí es honesto”. La clave no estaba en demostrar esa honestidad frente a un paradigma mínimo de ética pública, sino del desprestigio escandaloso de todos los demás y la superposición de valores “genuinos” que no obedecen al paradigma de las instituciones. Algo así como su reciente declaración de que es más importante la justicia que la ley, solo que la ley es derecho positivo de observancia general y la idea de justicia solo pervive en la mente del presidente.

  1. Una aspiración de regeneración basada en la voluntad de devolver al pueblo la centralidad y soberanía que le fueran supuestamente sustraídas.
La regeneración nacional que se ha impuesto y nos está imponiendo López Obrador, parte de la convicción de que los gobiernos “neoliberales” fueron entreguistas con las potencias y organismos financieros internacionales, y por consecuencia, es prioritario recuperar la soberanía alimentaria, científica (sic), energética (sic), educativa (sic) y hasta histórica (sic). La clave es que ese nacionalismo exacerbado que se instrumentaliza en un estatismo redivivo, no puede insertarse proactivamente en un mundo global y a ello obedecen las ausencias del presidente mexicano a los foros internacionales más importantes. Solo hay que acotar que esa “soberanía” también ha aparejado la restitución de una falsa neutralidad ante dictaduras genocidas como la de Nicolás Maduro, por las que Morena y López Obrador tienen tanta afinidad ideológica.

  1. La pretensión de trasplantar valores de un mundo idílico del pasado a la situación actual.
Las comparaciones políticas entre Luis Echeverría y Andrés Manuel López Obrador y las económicas entre el tabasqueño y José López Portillo, no son maledicencia, sino inescapables observaciones ante su estilo de gobernar y la definición de sus proyectos prioritarios: la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco; la apuesta por combustibles fósiles con la refinería de Dos Bocas; o la construcción del Tren Maya, proyecto turístico en medio de la selva. Los tres son claros ejemplos de una idea trasnochada del desarrollo, la política energética y el cuidado del medio ambiente. La clave consiste en que la visión del futuro del actual gobierno es un viaje al pasado. Basta decir que, según López Obrador, el estratégico Plan Nacional de Desarrollo (severamente cuestionado por su narrativa melodramática carente de instrumentos que permitan medir sus avances) se inspiró en el Programa del Partido Liberal Mexicano de 1906, impulsado por los anarquistas hermanos Flores Magón.

  1. La vocación de dirigirse a la totalidad o a la mayoría del pueblo, separando al resto como antipueblo.
La polarización que López Obrador practica de forma consistente y sistemática al descalificar y adjetivar como fifís, hipócritas, fantoches, machuchones y un largo etcétera (quien guste profundizar en la lista infamante puede consultar el artículo de Gabriel Zaid “AMLO poeta” https://www.letraslibres.com/mexico/politica/amlo-poeta)  a quienes expresan sus discrepancias con sus políticas, es un elemento intrínseco a su personalidad maniqueísta: quien no está con él, está contra él. Por eso desde el cargo de mayor poder político no se conduce como jefe de Estado, sino como jefe de partido y sus acciones gubernamentales más importantes no buscan el bien común, sino la abierta preferencia y el premio a quienes se adhieren a su cosmovisión política. La clave es hacer evidente la asimetría que existe entre López Obrador y quienes son blanco de sus ataques, como el periódico Reforma, y que los derechos políticos se ejercen en la ciudadanía, no en la presidencia. Lo que él llama “derecho de réplica”, cuando se ejerce desde el poder es persecución, censura y hostigamiento a la prensa libre.

  1. La tendencia a emerger en un momentum populista, cuando las sociedades se encuentran en fases convulsionadas de transformación, modernización y disgregación.
Nadie puede negar que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido uno de los peores que se han tenido por la corrupción descarada y la terrible ineficacia de las instituciones públicas para procurar seguridad y calidad de vida a los mexicanos. Pero el peor de sus legados, ha sido la impunidad con la que todos y cada uno de los escándalos de corrupción quedaron sepultados en la desmemoria y el pacto de complicidades que generó con el gobierno morenista. Esa es la política que continúa López Obrador y es, a la vez, el mayor emblema de impunidad: el PRIMOR. Las votaciones recientes en las que el PRI se ha sometido para sacar adelante en el Poder Legislativo los temas de mayor interés presidencial como la Guardia Nacional militarizada, el presupuesto a contentillo presidencial o la (contra) Reforma Educativa, son reveladoras de los acuerdos que prevalecen desde la campaña y que han quedado acreditados con la resolución del Tribunal Electoral que determinó que la Fiscalía General de la República fue utilizada para golpear políticamente al candidato presidencial panista Ricardo Anaya, en el momento de mayor crecimiento electoral y cuando más cerca estuvo de alcanzar a López Obrador.
 
La transformación histórica que el presidente ha construido discursivamente, solo se acredita en el desmantelamiento de las instituciones y programas gubernamentales por un entramado de esquemas para regalar dinero público; el asedio a los poderes y órganos autónomos que podrían servir de equilibrio; y el detrimento de las libertades públicas ante un permanente acoso gubernamental. Todo ello, perfila con nitidez la imposición de un régimen populista que amenaza a la democracia liberal y que a través del uso faccioso de las instituciones, intentará apropiarse de los gobiernos locales y perpetuarse en el poder. La clave, es que este viejo autoritarismo combinado con un nuevo populismo, pondrá a prueba la resistencia e integridad de la única oposición partidista que enfrenta el presidente: el PAN. ¿Cómo responderá ante el más grande desafío de su historia? Comparado con López Obrador, el PRI al que logró derrotar el panismo, es un juego de niños. ¿Entenderán sus dirigentes que en esa cruzada se jugarán la propia sobrevivencia del partido?

Tiene razón Enrique Krauze: “El populismo es el uso demagógico de la democracia para acabar con ella”.

Bibliografía
Cansino, César y Covarrubias, Israel. 2006. En el nombre del pueblo. Muerte y resurrección del populismo. Centro de Estudios de Política Comparada y Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. México. 
Finchelstein, Federico. 2019. Del fascismo al populismo en la historia. Taurus. Argentina.
Krauze, Enrique. 2018. El pueblo soy yo. Penguin Random House. Debate. España.
Laclau, Ernesto. 2006. La razón populista. Fondo de Cultura Económica. México.
Vargas Llosa, Álvaro (Coordinador). 2017. El estallido del populismo. Planeta. España.
Zanatta, Loris. 2014. El populismo. Katz Editores. Argentina.
MENSAJE DEL PRESIDENTE

MENSAJE DEL PRESIDENTE

Por Comunicación Social publicado 2019-06-21


POR JUAN FRANCISCO AGUILAR HERNÁNDEZ
La sensación de inseguridad que vive una persona a consecuencia de hechos delictivos que le rodean, es uno de los peores temores; pues no sólo se experimenta ante la ola delictiva el ser protagonista de un episodio que ponga en juego su vida, también es la angustia de que sus hijas e hijos, o un integrante de la familia lo sufra en carne propia.

8 de cada 10 potosinos experimentan a diario esta sensación; viven con el temor de que a manos de la delincuencia pierdan un patrimonio que les ha costado mucho esfuerzo y dedicación; por ello, el Partido Acción Nacional ha realizado un llamado a las autoridades responsables de la seguridad de los ciudadanos a efecto de redoblar esfuerzo ante los criminales, ya que la prevención del delito es una de las políticas publicas mas importantes que debe de tener cualquier gobierno, para así garantizar y brindar seguridad en materia de prevención del delito a sus gobernados.

Ante la falta de respuesta que se ha tenido en este sentido; algunos funcionarios, de manera irresponsable han intentado evadir el tema, e incluso, por ahí se escucharon algunas voces tratando de minimizar esté llamado; el cual no fue para agarrar como bandera política, ya que la materia de seguridad nos interesa y nos importa a todos los ciudadanos.

Acción Nacional no va a bajar la guardia en esta lucha por conseguir que quienes son responsables de garantizar la seguridad de las y los potosinos hagan su trabajo, o se vayan.

Las cifras son claras, y tan sólo manejaremos en este espacio unos datos sobre los delitos cometidos en el primer trimestre del 2019, en el que se han registrado 11 mil 956 delitos del fuero común (Enero 3750; Febrero 3852; Marzo 4354)
En marzo se han registrado 4 mil 354 delitos, de los cuales destacan los feminicidios que han sido 8 en los primeros tres meses.
Estos casos de feminicidio, junto a los registrados el año pasado han dejado un saldo de 19 menores en situación de orfandad, lo cuales se han registrado en distintas zonas del Estado, según informó la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas.

Los datos arrojados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública también son alarmantes, pues han sido 163 delitos contra la libertad personal, 326 contra la libertad y la seguridad sexual, 6 mil 015 contra el patrimonio, mil 841 contra la familia, 7 contra la sociedad y 2 mil 148 relativos al narcomenudeo, amenazas, falsificación, etc.

Y desde octubre del 2015 hasta marzo del 2019 San Luis Potosí se presentaron 2 mil 663 víctimas de asesinato en la entidad, quedando la cuenta de feminicidios en los últimos tres años y medio es de 69 casos.

Es muy fácil desestimar el llamado que respetuosamente estamos haciendo al Gabinete de Seguridad, al Fiscal General y al propio Gobernador del Estado, pero nuestra responsabilidad es insistir en que las y los potosinos están cansados de la falta de capacidad y de voluntad de quienes están a cargo de la responsabilidad para dar resultados.

Hoy de nueva cuenta queremos hacer un llamado al Gobernador, a su Secretario de Seguridad Pública y al Fiscal General, para que tomen acciones concretas; que cambien la estrategia o que se vaya quien se tiene que ir por no dar resultados.
Con la seguridad de las y los potosinos, no se puede ser indolente, esté es momento de actuar, y los invitamos a alzar la voz.
EDITORIAL – TOMO 3

EDITORIAL – TOMO 3

Por Comunicación Social publicado 2019-06-21


POR ALEXANDRA DANIELA CID GONZÁLEZ
En estos tiempos en que nos ha tocado vivir, la democracia ya no termina con golpes militares o revoluciones como en el siglo pasado, sino con lo que los profesores investigadores de la Universidad de Harvard, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, a partir de haber estudiado durante veinte años la caída de las democracias en Europa y América Latina, reconocen como un leve gemido: el debilitamiento lento y progresivo de las instituciones esenciales, como el sistema legal o la prensa y la erosión global de las normas políticas tradicionales.

Todo ello, lo enmarcan y explican a partir de un fenómeno que estamos presenciando de cerca: el populismo. El cual es analizado y demostrado a profundidad por Oswaldo Ríos a partir de fundamentos teóricos y del análisis de las acciones y dichos presidenciales en lo que representa una investigación seria que sitúa conceptualmente al gobierno de López.
Y es que el asunto no es menor, nos enfrentamos no solamente a la demagogia característica del presente gobierno, sino a toma de decisiones y políticas concretas que, como subrayaba Levitsky, debilitan (en este caso de manera acelerada) a las Instituciones fundamentales del Estado mexicano.

En este sentido y como un claro ejemplo de ello, en el centro de la cantidad de temas que diariamente convulsionan la agenda nacional y estatal, es posible identificar el oscuro proceder de la bancada del partido mayoritario en el tema de la reforma educativa. Se vuelven a privilegiar intereses y negociaciones que en nada aportan a la calidad de la educación en México.

Juan Carlos Romero Hicks, coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, puntualiza que no hay testimonio de un solo país que haya salido de la pobreza con los métodos clientelares a los que apuesta morena y señala con claridad las peligrosas inconsistencias que quedaron en la misma, como el hecho de que no se conoce su impacto presupuestal ni viabilidad financiera.

En esta situación se encuentra así mismo la crisis de migración por la que atraviesa el país, y es que, tras la amenaza arancelaria emitida por el Presidente de los Estados Unidos, el gobierno mexicano ha tomado una serie de peligrosas decisiones que, como señala Rubén Guajardo en su colaboración, no existen las condiciones, logística ni la planeación presupuestal para atender a los flujos migratorios. Y advierte asimismo sobre las consecuencias de instalar un Centro de Transferencia de Migrantes en San Luis Potosí.

Por otro lado Lidia Argüello analiza los factores de la inseguridad en el país y las deficiencias en la estrategia de seguridad, mientras que Nereida Cervantes plantea el concepto de Seguridad Ciudadana como una alternativa viable en esta materia.
En temas del Estado, Alejandro Fernández analiza la situación que se vivió en el incendio de la Sierra de San Miguelito y propone soluciones específicas para atender la crisis ecológica y del medio ambiente que se vive en la actualidad.
Maximino Jasso puntualiza con claridad los retos que enfrentan los gobiernos emanados de Acción Nacional, así como la responsabilidad que tienen también para con el partido y la ciudadanía.

Por su parte, José Luis Pérez narra el contexto y acontecimientos que acompañaron la historia de la fundación del partido en San Luis,  a 79 años de distancia.

Presentamos estos temas en la intención de que puedan ser detonadores de reflexión y discusión necesaria en un entorno en el que vislumbramos guiños totalizadores y antidemocráticos. Creemos que forma parte de nuestra responsabilidad generacional analizar, discutir y proponer vías alternas que propicien el diálogo y los sanos contrapesos.
PERFILES DE NUESTRA HISTORIA: MANUEL JESÚS CLOUTHIER DEL RINCÓN “MAQUÍO”

PERFILES DE NUESTRA HISTORIA: MANUEL JESÚS CLOUTHIER DEL RINCÓN “MAQUÍO”

Por Comunicación Social publicado 2019-05-14


POR JOÉ LUIS PÉREZ CASTILLO
Maquío (como se le conocía gracias a su hermano menor, que no podía pronunciar Manuelillo, como le decía su abuelo), vio la luz por primera vez un 13 de junio de 1934 en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. Hijo de Manuel Clouthier y Cristina del Rincón, fue el mayor de sus tres hijos.

En alguna época se llegó a decir que Culiacán era de los Clouthier por las vastas extensiones de tierra de su familia, en las cuales se formó el espíritu libre de sus primeros años.  A los 8 años de edad se mudó a la ciudad de Guadalajara a raíz de la separación de sus padres en lo que representaba un hecho poco común en la época.

Esta situación cambió el entorno en el que había vivido en Sinaloa en el cual se rodeaba de un campo exuberante alimentado por los ríos Humaya y Tamazula. En cambio, en Guadalajara experimentó algunas carencias. Ahí estudió en el Instituto Jesuita de Ciencias, yéndose al final a un internado militar en los Estados Unidos en el estado de California, lugares que sin duda forjaron su carácter.

En 1951 ingresó en el Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, llegando a éste con el grado de Teniente Segundo y con un gran gusto por el futbol americano. Al respecto él mismo decía que “abría boquetes para que la gente pasara”. Fue en esta etapa en la que aprendió las primeras lecciones de responsabilidad para con la sociedad pues entendía que no toda la gente contaba con las mismas oportunidades con las que conto él.

En 1957 se tituló como Ingeniero Agrónomo Fitotecnista y regresó a Culiacán aprovechando el auge en la cultura de exportación. Maquío emprendió sus nuevos negocios, sin pedir ayuda a su padre, rentando tierras y logrando las cosas por cuenta propia.

Sin embargo, no se sentía del todo satisfecho, por lo que a sugerencia de su tío Jorge, aceptó asistir a un curso llamado “Cursillo de Cristiandad” momento que marcó su vida y que propició su ingreso al Movimiento Familiar Cristiano, en el cual aprendió algunos principios de la Doctrina Social Cristiana que hizo suyos, tales como el respeto a la dignidad del individuo, la gesta del bien común y el cumplimiento de la responsabilidad social. Principios que desde entonces lo guiaron en el medio empresarial y en la política, situación que lo llevó a realizar acciones como la colocación de una escuela, servicios médicos y casas para sus trabajadores.

Fue tal su congruencia entre el decir y hacer, que sus colegas lo nombraron en 1971 Presidente de la Unión Nacional de Productores de Hortalizas, cargo con el que encabezó las condiciones de venta en el mercado de los Estados Unidos.

A pesar de sus éxitos como empresario, no se encontraba satisfecho con el bien que podía hacer por los demás, por lo que buscó a continuación la presidencia municipal de Culiacán por parte del PRI. Esta situación -manifestó él mismo más delante- no hizo que se considerara parte del mismo, ya que a pesar de pertenecer a una organización que estaba afiliada a dicho partido y eso lo afiliaba, entendía que solo dentro del sistema podría generar los cambios para los temas importantes de su municipio.

Siendo rechazado por las prácticas tradicionales del partido en el poder, Maquío se dio cuenta que, si quería cambiar las cosas tenía que ser de otra forma, por lo que se concentró en las organizaciones empresariales. Al respecto, su esposa relató en entrevista para el documental “La fuerza de un Ideal: Manuel Jesús Clouthier del Rincón “Maquío” que en una charla familiar les dijo: “No es por aquí por donde yo la voy hacer, yo me voy a dedicar a sentar las bases para que este país se democratice y voy a trabajar para que alguno de Ustedes llegue a ser Presidente de la República”– a lo que uno de sus hijos  le dijo: -“Papá, pero no te pongas triste, que al cabo tú puedes ser Presidente de la Republica”- (Nacional, 2014)
Para ese entonces el Presidente Luis Echeverría Álvarez mantenía una política populista donde los problemas del país y los errores económicos, en su discurso, eran a causa de las malas acciones de los empresarios, así que con ese pretexto creaba empresas paraestatales y los amenazaba constantemente con la expropiación de tierras agrícolas. Situación que llegó a tal punto en que un comando armado asesino al Empresario Ernesto Garza Sada. Es en este difícil contexto que Clouthier es invitado a participar en COPARMEX.

A finales del sexenio, los campesinos, auspiciados por el Gobierno, comenzaron a invadir tierras en Culiacán, provocando que muchos productores cedieran una parte de sus tierras. Es entonces cuando Maquío desafiando las políticas populistas del gobierno, protegió sus tierras y se fortaleció en su liderazgo, siendo nombrado luego Presidente de COPARMEX, posición por medio de la cual se dedicó con ahínco a la formación de líderes.

Ernesto Ruffo Appel, primer gobernador panista en el País dijo de él: “Siempre demostró su interés por el que se lograra el progreso de la gente, en el ejemplo de que todos tenían que prosperar”.

En 1981 fue elegido para presidir el Consejo Coordinador Empresarial, responsabilidad desde la que enfrentó el mal gobierno de José López Portillo, que con sus acciones populistas como la de nacionalizar los bancos, demostró el poder absoluto que tenía para poder elegir de manera personal y voluntaria el destino de los 65 millones de mexicanos que había en ese entonces. Todo ello impulsó el que Maquío decidiera participar activamente en la política.

Es a través de un artículo que publicó en el periódico el Universal, que Maquío compartió una plática que tuvo con su hijo Manuel Clouthier Carrillo tras graduarse de la universidad le decía que le estaba tocando un México con menos oportunidades de las que le tocaron a él, a lo que Maquío respondió pidiéndole disculpas y comprometiéndose a luchar por construir un México mejor. Es evidente en este artículo su deseo por luchar por la democracia y de ser una fuerte oposición al régimen.

En junio de 1983 regresa a su tierra tras renunciar a la Presidencia de la COPARMEX, para hacer política a pesar de los costos y riesgos que esto implicaba para él, su familia y negocios.

En este mismo año, fue cuando Acción Nacional se levantó con diferentes victorias en Durango y Chihuahua tras la crisis económica que existía en ese entonces, con lo cual se inició una nueva etapa en el país.

Sin embargo, a pesar de saber, Manuel Clouthier del Rincón no consideraba que el PAN representara la oposición que se necesitaba para vencer al PRI. Sin embargo, esta forma de pensar cambiaria tras las elecciones donde participó su tío Jorge como candidato a la Presidencia Municipal de Culiacán, en la cual fue evidente el robo de la elección cometido por parte del partido oficial.  Esta situación lo impulsó a que ese mismo año (1983) tomara la decisión de afiliarse al PAN tras haber leído la doctrina política de todos los partidos, siendo la de Acción Nacional con la que se identificó para el resto de su vida.

En palabras de Felipe Calderón Hinojosa; se registró como cualquier Panista, y aportó todo lo que sabía al PAN, era un tacle político, era un hombre que rompía todas las líneas y en 1984 se presenta abiertamente como Panista. (Nacional, 2014, Min 23.14)

En 1986 se convierte en candidato de Acción Nacional por la Gubernatura de Sinaloa, en esta elección compite contra Francisco Labastida Ochoa y contra toda la estructura del estado mexicano y de muchos empresarios.  Él por el contrario, pagó su campaña con dinero propio y el ciudadanos que creyeron en él, pues el partido no contaba con los recursos ni la estructura suficiente.

Su campaña representó el inicio de una forma nueva de hacer política, ya que fue el primer candidato de Acción Nacional en recorrer todo el Estado de Sinaloa incorporando también nuevos elementos de mercadotecnica y publicidad.  Sin embargo, fue su carisma lo que realmente rompió todos los esquemas, su congruencia, su discurso fresco, aguerrido y de entrega hizo que la gente se identificará con él, con su movimiento.

Como era de esperarse el 28 de octubre de 1986, dos días despúes de la elección y tras el fraude de la misma, Maquío llamó al “Mitin de la Victoria” teniendo como punto de reunión el costado de la Catedral de Culiacan. En el cual hizo un llamado de guerra, señalando con valentía el comportamiento antidemocratico del PRI.

Como un ácto simbólico, todos los asistentes se presentaron con un huevo y Maquío los invitó a depositarlo en un prado frente a la presidencia municipal de Culiacan, en alusión a que éste es el platillo favorito de los mapaches. Sin embargo ya estando en el lugar, la gente por sí misma arrojó todos los huevos al palacio municipal.
No ajenos al movimiento de Maquío en este mismo año, Francisco Barrios en Chihuahua y Rodolfo Elizondo en Durango, realizaron movimientos de resistencia civil pacifica, los llamados Bárbaros del Norte, quienes despertaron inquietudes dentro y fuera de Acción Nacional. Es en este contexto que los tres fueron llamados por el entonces Presidente del Partido Pablo Emilio Madero. Reunión en la cual Maquío le dijo al Presidente: “en este partido hay gavilanes y palomas, tú eres paloma y yo Gavilan”.

Los dos años años siguientes fueron de mucho movimiento político para el Maquío, quien se dedico a viajar por todo el país denunciando el fraude de la elección de Sinaloa, lo que lo proyectó como una fuerte figura opositora al regímen presidencialista de entonces. Todo ello hizo que varios líderes de Acción Nacional determinaran que la actitud retadora y desafiante de los Barbaros del Norte (expresión acuñada por el dirigente obrero priista Fidel Velázquez[1]), fuera la actitud del PAN en las elecciones del 6 de julio de 1988.

Es así que se convocó a Francisco Barrio y Manuel J. Clouthier a una reunión para resolver quien sería el candidato de Acción Nacional pues eran los panistas con más renombre y peso para ganar la contienda presidencial. En esta reunión Maquío, tras escuchar el mensaje de Pancho Barrios, se soltó en llanto a pesar de su temperamento fuerte y su pasión, haciendo referencia a la empatía que sentía por él, y en ese mensaje declaró: “Si se me necesita, aqui estoy”

En la Convención Nacional de Acción Nacional del 20 y 21 de noviembre de 1987, el Maquío hizo un compromiso con todos los mexicanos, luchar hasta su último aliento por ver a la patria vivir en libertad y democracia. La leyenda de Maquío habia nacido.

En la lucha desde la calle se podían observar los objetivos planteados por el Maquío en la campaña a la Presidencia de la República de 1988, los cuales se reconoce que fueron parte fundamental para el cambio de la vida democrática del país. Los objetivos fueron los siguientes:
  1. Ganar la Presidencia de la República
  2. Movilizar a los ciudadanos.
  3. Desmitificar a la Presidencia de la República
  4. Acercar nuevos liderazgos al partido y a la política.
En entrevista con (Ricardo Rocha, 1988), Clouthier hizo referencia a que un buen gobierno se mide por lo que hace el pueblo, no por lo que hace él.

Maquío dignifico la política, planteándola lejos del oficio sórdido con el que se le identificaba, convirtiéndolo en una fiesta, una fiesta donde participaban todos los ciudadanos.

Tras el cierre de los medios de comunicación al Maquío, hizo un llamado a la ciudadanía a que tomarán un engomado del PAN y en paz y libertad cambiarán juntos a México. De esta manera, la elección del ´88, se convirtió también en una batalla por la libertad de expresión

La empatía que sentía la gente por Maquío hizo que la campaña fuera financiada no solo por él, sino por miles de mexicanos que a donde iba, aportaban y le abrían las puertas.  Uno de sus mítines más importantes en esta campaña fue el de cuatro caminos, el cual se realizó a propuesta de Don Luis H. Álvarez, siendo ésta la primera reunión pública en la capital del país. Dicho mitin revistió una importancia singular, ya que a pesar de que algunas voces al interior del partido que decían sería un fracaso al considerar que no se tenía presencia suficiente en la Ciudad de México, representó un parte aguas en la campaña. Fue en ese momento en el que frente a una gran cantidad de personas en el Zócalo capitalino pronunció una de sus frases inmortales: “Adelante, la victoria es nuestra, esto no lo detiene nadie ya”.  

Llegadas las elecciones y a pesar del fraude orquestado durante la campaña por el PRI en todo el país, la gente salió a votar, alcanzándose un nivel de participación del 50.4%.

Es así que Maquío tomó la decisión de convocar a una reunión de tres candidatos a la Presidencia de la República: Doña Rosario Ibarra de Piedra, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y él mismo para denunciar en la Secretaria de Gobernación las anomalías de los comicios electorales. Este suceso es conocido hasta el día de hoy como “La caída del sistema” pues uno de los funcionarios de la CFE informo que el sistema de cómputo se había “caído” y que el presidente de este órgano llamo a la Secretaría Técnica para corregir la falla.

El aquél entonces Secretario de Gobernación y Director de la Comisión Federal de Electricidad Manuel Bartlett Díaz (actual Director también de la Comisión Federal de Electricidad) solicitó a todos los partidos políticos aceptar el “mandato de la voluntad popular.”  Décadas después, al ser cuestionado por la tardanza en la entrega de los resultados de la elección Bartlett declaró: “Es un absurdo decir que se alteraron las computadoras. Que venía ganando Cuauhtémoc, que yo apagué la computadora y la prendí cuando empezó a ganar el PRI, eso es un cuento de hadas. Tenían toda la intención de echarme la culpa, después de una elección tan complicada. Era yo el chivo expiatorio” (Castro Sánchez, 2018).

Maquío estaba convencido de que México estaba cambiando, sin odio y sin violencia. Era indudable que el sistema democrático del país estaba obligado a cambiar.

Tras invitar a la resistencia civil pacífica para evitar el fraude electoral, la protesta de las calles se trasladó a la cámara de diputados con los recién electos Diputados de Acción Nacional, los cuales trataron de evitar que se consumará la imposición de Carlos Salinas de Gortari como Presidente de la República. Situación que era posible identificar como un reflejo de lo que ocurría en las calles del país. 
Además, Maquío organizó un referéndum para ver la tendencia real de la elección, invitando a los candidatos de oposición para formar una alianza contra la opresión del régimen, sin embargo, no fue suficiente.
Ante el inminente dictamen que declaraba a Salinas de Gortari como Presidente Electo, Maquío en coordinación con la bancada panista acudió a la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara el 8 de septiembre de 1988 para hacer un posicionamiento acerca de sus consideraciones sobre el camino que debería seguir el país. A pesar del esfuerzo realizado por denunciar el fraude, Salinas de Gortari es nombrado Presidente de la República.

En octubre de 1988 Maquío regresa a la escena política con una nueva consigna: impulsar una nueva Ley Electoral, que cambiara la vida política del país. Ante la negativa de trabajar la reforma electoral en el Congreso de la Unión, Maquío se puso en huelga de hambre en el Ángel de la Independencia el 15 de diciembre. Lo cual tuvo tal impacto social que logró que se acordaran las negociaciones para concretar la Reforma Electoral.

Para 1989 con su gabinete alternativo, Maquío se convirtió en un soldado más de la democracia, acción que mantuvo activa la vida política del partido en el país. Trabajó incansablemente dos puntos en particular, en primer lugar, dar seguimiento a los compromisos de la Reforma Electoral y en segundo impulsar los liderazgos regionales del partido, siendo un claro ejemplo de esto la influencia que tuvo para que Ernesto Ruffo Appel decidiera ser candidato a la gubernatura de Baja California y quien logró ser el Primer Gobernador de Baja California de un partido distinto al Partido oficial, revistiendo una gran relevancia al ser el primer triunfo de la oposición reconocido por el PRI.  El esfuerzo de Maquío en la lucha democrática del país había sido sin duda un ingrediente definitivo para su logro.

Posteriormente se sumó al apoyo de las campañas de las presidencias municipales de Mazatlán y Culiacán, sin embargo, el 1° de octubre cuando acudía al cierre de campaña de Humberto Rice perdió la vida en un accidente automovilístico, junto al Diputado Javier Calvo Manrique. Accidente que, en palabras de sus hijos nunca existió, a Maquío lo mataron.

Murió el hombre, pero no el legado. Con solo 8 años de vida activa en la política de este país sembró la semilla que en el año 2000 cosecharía la democracia.

Manuel de Jesús Clouthier del Rincón defendió la idea de una relación activa y viva, en la que el gobierno debe hacer lo que le corresponde, fomentando en todo momento la participación ciudadana. Aun recordamos las palabras que empleaba con certeza y contundencia, en un entorno en el que siguen vigentes hoy más que nunca: “Tanta sociedad como sea posible y solamente tanto gobierno como sea necesario” (Ricardo, 1988).

Esta frase hace referencia sin duda alguna a la ideología del partido, la cual Manuel Gómez Morín visualizo durante la campaña de José Vasconcelos, “los males de México deben ser atacados de fondo y haciendo un llamado a los ciudadanos para que participen en forma permanente y organizada en la vida pública.”  Esto concentra la ideología que no es ni liberal, ni conservadora, ni de derecha, ni de izquierda, es una ideología que se sustenta en principios que en México llamamos humanismo político. (Ramírez Rangel, 2013)

Maquío era un hombre con un tremendo coraje cívico que literalmente dio la vida por la democracia y la libertad. El dar a conocer su vida es un importante testimonio para todos los panistas y la ciudadanía misma, de la necesidad de volver a los orígenes, no para refugiarnos en las antiguas glorias, sino para reconstruirnos y reencontrar la misión que por primera vez se enunció aquel 15 de septiembre de 1939: “Por una patria ordena y generosa y una vida mejor y más digna para todos”.

El Maquío nos enseñó también a no rajarnos, el bien común era su motor y por eso entró a la política durante la crisis económica orquestada por las decisiones populistas de Echeverría y López Portillo a quienes enfrentó con decisión.

Su meteórica y acertada carrera política inspiró a muchos como Vicente Fox o Ernesto Ruffo, primeros en ser Gobernador y Presidente de la Nación que no eran surgidos del partido en el poder.  También nos enseñó que en México hay dos tipos de mexicanos, aquellos que luchan y que ponen todo el empeño, que se preocupan y ocupan por sacar adelante el país y, por otro lado, a los que les dan tortibonos.

Nos enseñó que todos somos mexicanos y que nuestro fin común es México; que la patria es el apellido de todos, es lo que nos hermana. Que el principio de subsidiariedad debe persistir en todas nuestras actividades, que cada quien debe situarse en el máximo de sus responsabilidades; que se respeten tres principios fundamentales: el respeto a la dignidad del ser humano, la solidaridad, que es la suma de las voluntades por encima de las diferencias en búsqueda de un bien común y el principio de la subsidiariedad.

Nos enseñó también a entablar el dialogo de frente, a que debemos apoyar a todos los países que quieran ser libres y democráticos, que la democracia es balanceo de poder, que el pueblo debe tomar conciencia de su propio valor. Que autoridad es sinónimo de servicio y que solo tiene derecho a la autoridad aquel que está dispuesto a servir y servir bien a sus semejantes.

Que todo mundo debe participar en la reconstrucción de México y que esta decisión no recae en el Presidente de la República; que el cambio que nos ofrece no es un cambio de amo, es un cambio que nos permita dejar de ser perrosQue solo esta derrotado quien ha dejado de luchar, y el pueblo y con el pueblo estamos en pie de lucha.

Les voy q decir como dijo el Maquío, «los milagros existen, sí uno pone su parte, el de arriba siempre pone la suya, el problema es que nosotros no hemos querido poner la nuestra y a eso he venido a invitarte amigo a que pongas tu parte, a que luches en la trinchera que te dé la gana pero que luches, no te dejes, comprende que tú eres lo importante, que tú eres el que la tiene que hacer, y que tú la vas hacer, porque México va a cambiar, y va a cambiar contigo, va cambiar contra ti o va cambiar a pesar de ti, pero va a cambiar.”

Ante la situación que apremia en el país, hoy más que nunca los hombres que forjaron el espíritu y mística del partido son sin duda alguna referencia para encontrar las respuestas ante las claras muestras de que el autoritarismo quiere regresar a este país. Acción Nacional fiel a su historia tiene la obligación de volver al origen y de ahí partir, reconstruirse, para luchar por que se garantice la pluralidad y transparencia. Tiene la obligación también de ser aliado de la Sociedad Civil, de ser el partido que defienda el legado democrático que forjó en este país. Para recordarnos esto, tenemos grandes ejemplos como el del Maquío que hoy, está más vigente que nunca.
 
Referencias.
Castro Sánchez, A. (2018, agosto 01). El Universal. Consultado el 22 de abril de 2019, de https://www.eluniversal.com.mx/colaboracion/mochilazo-en-el-tiempo/nacion/sociedad/30-anos-del-fraude-electoral-de-1988

Nacional, P. A. (2014, julio 08). Youtube. Consultado el 11 de abril de 2019, de https://www.youtube.com/watch?v=gFM7nMitKZs

Ramírez Rangel, J. (2013, octubre 13). Vanguardia. Consultado el 22 de abril de 2019, 

Ricardo, R. (1988). Youtube. Consultado el 22 de abril de 2019, de https://www.youtube.com/watch?v=B8y0dA8miOQ

[1] Esta referencia se hace en el artículo del Excélsior del 01/10/2014 de Gerardo Galarza con el título Tuvo Maquío meteórica y brillante carrera política. Recuperado el 23 de abril de 2019 de https://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/10/01/984595
MEJORA REGULATORIA, EL AVANCE HACIA LA TRANSFORMACIÓN Y CRECIMIENTO ECONÓMICO DEL PAÍS

MEJORA REGULATORIA, EL AVANCE HACIA LA TRANSFORMACIÓN Y CRECIMIENTO ECONÓMICO DEL PAÍS

Por Comunicación Social publicado 2019-05-14


POR RAÚL  RODRÍGUEZ GUERRERO
La mejora regulatoria es una política pública que genera normas precisas de trámites y servicios simplificados, así como instituciones eficaces para su creación y aplicación, todo esto para potencializar los recursos disponibles y un óptimo funcionamiento de las actividades, en el comercio, industria y de desarrollo humano.

Todo ello para que la sociedad tenga mayores beneficios con los menores costos posibles, haciéndolo posible con nuevas normas en los reglamentos que estimulen la innovación y confianza en la economía[1].

La mejora regulatoria nace a mediados de la década de los setentas, en un mundo en el que la ciudadanía demandaba una política pública que hiciera que los gobiernos fueran más eficaces en su política económica.

En nuestro país ésta llega a finales de los años ochenta cuando se analizó que se necesitaban realizar ajustes para propiciar un desarrollo económico con inversión y con generación de empleos.

Un avance importante en la materia en nuestro país ocurrió en el año de 1994, en el que se promulgó la Ley Federal del Procedimiento Administrativo (LFPA) con la cual se regulan todos los actos y procedimientos que realizan las instancias gubernamentales.

Con esta promulgación se establecieron reglas para los procedimientos administrativos que los ciudadanos tuvieran frente a la administración pública y se generara un contrapeso de los ciudadanos hacia los gobiernos corruptos.
En nuestro Estado se tienen los antecedentes de un acuerdo de colaboración suscrito por el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de San Luis Potosí el 23 de noviembre de 1995, y de la promulgación de la Ley de Fomento Económi co del Estado de San Luis Potosí el 20 de marzo de 2003.

Actualmente, los tres órdenes de gobierno han estado trabajando de manera continua en la revisión del marco regulatorio a través del Programa Estatal de Mejora Regulatoria y del Acuerdo de Colaboración para la Desregularización de la Actividad Empresarial.

Es pertinente mencionar también que la Ley de Mejora Regulatoria del Estado y Municipios de San Luis Potosí fue publicada en el Periódico Oficial del Estado en el año 2007, resultando necesaria su armonización con la Ley General de Mejora Regulatoria publicada apenas el año pasado, motivo por el cual fue presentada una iniciativa de reforma en este sentido por el Diputado José Antonio Zapata Meraz, con la cual se optimizarán las condiciones necesarias para lograr una mayor competitividad económica y una cada vez más eficiente regulación de trámites y servicios en beneficio de la ciudadanía potosina.

[1] Comisión Nacional de Mejora Regulatoria. (04 de Abril de 2018). Recuperado el 22 de Abril de 2019, de https://www.gob.mx/conamer/acciones-y-programas/que-es-la-mejora-regulatoria
VISIÓN JOVEN: DAR A LA PATRIA ESPERANZA PRESENTE

VISIÓN JOVEN: DAR A LA PATRIA ESPERANZA PRESENTE

Por Comunicación Social publicado 2019-05-14


POR JESÚS CUARANTA HERRERA
Todos en la vida tenemos un propósito por el que aferrarnos y salir adelante, con un objetivo claro, la vista bien fija en la meta con estrategias para consolidar nuestros propósitos. Así que les pregunto: ¿Cuál es nuestro propósito como ciudadanos?, ¿Qué queremos para México?, ¿Qué tipo de cambio queremos?, ¿Cómo vamos a consolidar ese cambio?
Bien dijo Denise Dresser: “Cada persona tendrá su propia lista, su propio pedazo del país colgado del corazón. Una lista larga, rica colorida, voluptuosa, fragante. Una lista con la cual contener el pesimismo; una vacuna contra la desilusión. Una lista de lo mejor de México. Una lista para despertarse en las mañanas.”[1]

El México que anhelo es un país en el que todos crezcamos parejo, donde los jóvenes tengamos verdaderas oportunidades, un país donde los políticos se pongan a trabajar y dejen a un lado los intereses personales; un país en donde los ciudadanos exijamos resultados pero también asumamos el compromiso que esto implica; quiero un México en donde la paz sea prioridad.

Muchas personas creen que nuestro país nunca va a salir de la situación que padece, que la pobreza y la corrupción prevalecerán, que la impunidad seguirá proliferando a nuestras instituciones. Hoy, los jóvenes debemos ser ese catalizador de la esperanza, esa chispa que encienda la revolución de las ideas, porque hoy México no ha cambiado, por eso dependerá de nosotros y de nuestro esfuerzo: dejar mejor a nuestro país de cómo lo encontramos.

El pasado 1º de diciembre, mientras era la toma de protesta del Presidente de la República, estaba tomando el Taller de Introducción al Partido (TIP), al estar escuchando sobre la fundación y la doctrina del PAN, me di cuenta que ese era el camino que debíamos de tomar: tenemos que regresar a las calles, a defender las causas sociales, garantizar los derechos de todos y cada uno de los mexicanos; desde el campesino que se levanta a trabajar temprano, de la señora de setenta años que sale todos los días a pedir ayuda para poder comer, del estudiante que viaja en camión hasta su escuela para poder progresar… de todas y todos los mexicanos que nos levantamos con una aspiración: el Bien Común de México.

Las y los jóvenes tenemos la obligación de salir a las calles, ponernos bien la camiseta, caminar en busca de liderazgos sólidos que tengan los cimientos para lograr grandes cosas, que más allá de llenar eventos, tengan valores y los ideales bien forjados, y sobre todo, convertirnos en uno de ellos.

Como decía Manuel Gómez Morín en la carta dirigida a José Vasconcelos:
“… Por otra parte, improvisar un grupo para jugar su destino como grupo histórico y el destino individual de sus componentes como hombres, en el albur de las primeras elecciones que se presenten, me parece indebido por temerario. En cambio, sí se puede hacer una gran labor si llega a constituirse firmemente un grupo que entre de lleno a la política con toda actividad y con todo valor…”.

El luchar contra la corrupción o acabar con todos los problemas sociales no se resuelven del todo desde el Senado, o el Congreso de la Unión, o desde Ejecutivo Federal o Estatal, la solución al problema está en nosotros, en salir a las calles. No podemos permitir que la corrupción se quede impune, nuestra generación debe comprometerse a “Dar a la Patria Esperanza Presente”, como dice el lema de Acción Juvenil.

México nos necesita, pues lo que se hace llamar la “Cuarta transformación”, está acabando con las Instituciones y está dando ejemplo de lo que la inexperiencia, incapacidad y la falta de preparación puede ocasionar en el servicio público. Ante un gobierno de ocurrencias, debe surgir un Acción Nacional intuitivo, capaz, preparado, de trabajo permanente y hombro a hombro con la Ciudadanía. Un Acción Nacional de la mano de una Sociedad Civil que ha sido denostada y menospreciada.
 Sabemos que cuando la ciudadanía se organiza se pueden lograr grandes cosas y conducir al país por el rumbo correcto.

Por eso le digo al Presidente López Obrador, los jóvenes no queremos corrupción, no queremos todo regalado (queremos luchar por ello), no queremos inseguridad; queremos más oportunidades, pero que sean para todos y no sólo a los que siguen su ideología, exigimos acciones para ayudar al planeta, se nos está acabando el tiempo. Como joven quiero tener un presidente que piense en todos, en las amas de casa, en las mujeres trabajadoras, en las niñas y niños, en las madres solteras, en las comunidades indígenas, en los trabajadores y empresarios, un presidente que gobierne para todas y todos.
 
La labor para consolidar un México diferente, empezará cuando  tomemos acción y asumamos nuestra Ciudadanía. La solución comienza cuando demostremos en lo mucho que amamos a México, ¿cómo? muy sencillo:
  • Levantándote cada mañana con una actitud positiva de que las cosas se pueden lograr.
  • Respetando la integridad de los demás.
  • Cumpliendo lo que prometemos.
  • Luchando por nuestros derechos y haciendo correctamente lo que nos toca.
  • Exigiendo a nuestros gobernantes lo que tienen que hacer.
  • Formando parte de proyectos que cambien la realidad de los mexicanos.
  • Conociendo la situación que padecen las personas que no tienen un techo en donde vivir y siendo solidarios luchar por erradicar eso.
El cambio está en nosotros, por eso debemos prepararnos para darle lo mejor de nosotros a nuestro país. Sigamos en nuestra lucha, tracemos la estrategia para tener un proyecto que más allá de triunfar sea de resultados, y que en verdad ayude a cambiar realidades.

[1] Dresser, D. (2011). El País de Uno. Aguilar.